En 1682 Francisco Antonio Ruiz
Gijón le puso techo al barroco Andaluz, tallando al Santísimo Cristo de la
Expiración.
Mucho se ha escrito de este
imponente crucificado, quizás más desconocido sea, que antes de expirar en la
Cava de los gitanos cada Viernes Santo, a 133 Km de Triana, en la localidad
Pacense de Los Santos de Maimona el
Cachorro echa a andar, para cargar con el peso de nuestros pecados al hombro.
En Los Santos de Maimona, provincia de Badajoz, la Hermandad y Cofradía de Nuestro
Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Esperanza que tiene sus orígenes en
torno al año 1670 venera desde 1700 una magnifica talla de un Nazareno, de la
que no se conocía realmente su autoría, aunque por ser una obra de gran valor
artístico se extendió la teoría de que era una imagen de escultor jienense Juan
Martinez Montañes.
Esta supuesta atribución da un vuelco, cuando la Cofradía pone en manos del catedrático sevillano Juan Manuel Miñarro, la restauración del Nazareno.
Miñarro no duda, y durante su intervención fusiona imágenes del Crucificado de Triana y del Nazareno, comparando su masa craneal y sus rasgos faciales, comprobando que son muy similares.
Según los investigadores, Ruiz Guijón paso algunos años de su vida en Zafra, localidad situada apenas a 7km de los Santos de Maimona, y que durante este periodo pudo recibir el encargo del magnifico Nazareno.
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