Tristemente hoy desaparecida, la iglesia de San Juan de Letrán llegó a alcanzar el rango de parroquia en 1954 y hasta su particular "desamortización" en 1973.
La descripción que Paseos por Córdoba hizo de la misma, fue la siguiente:
En la plazuela de San Juan de Letrán hay una iglesia que se llama así por gozar de todas las indulgencias y prerrogativas de la de igual título en Roma. Es muy fea, baja de techo, éste plano y con vigas azules, y forma dos naves, la principal y otra en el lado del evangelio, teniendo a un extremo la escala porque se sube de rodillas para ganar ciertas indulgencias.
El retablo del altar mayor es muy antiguo y no malo. En el centro está un Crucifijo que dicen de las Penas, el cual debió ser para otro sitio, puesto que le han acortado los brazos y está desproporcionado; a un lado San Juan Bautista, y al otro Jesús en ademán de recibir el agua del bautismo. De estas imágenes cuidaba una hermandad, extinguida hace muchos años. Otra venera en altar propio, desde 1528, a Nuestra Señora de Villaviciosa, imagen que hicieron antes de trasladar a Córdoba la que está en la Catedral, a la que acompañaba cuando la traían en rogativa.
El principio de esta iglesia no es conocido, y sólo hemos averiguado que se incorporó a la de Roma en 1555, y con el carácter de perpetua, en 27 de septiembre de 1801. Se venera en ella un fragmento de uno de los brazos de San Lorenzo, que trajo de Roma y le donó una mujer llamada Isabel Rodríguez de Córdoba, la cual dice en su testamento que se sacó en 1555 ante el papa Paulo IV.
A la ermita y hermandad de San Juan de Letrán se incorporaron en 1622 los caballeros de Premia, quienes se reunían en sus casas, que eran unas con cinco puertas, en la plazuela de los Olmos, ocurriendo con esto muchos disgustos entre ellos y los cofrades, según consta en un manuscrito que conserva la Academia de Ciencias y Bellas Letras de Córdoba.
La puerta lateral del templo, hoy entrada a un bloque de viviendas, es uno de los pocos recuerdos que nos queda de aquella parroquia, recuerdo que engrosa la lista de templos desaparecidos, como la ermita de la Aurora, ermita de la Virgen de Amparo, Santa María de Gracia y tantos otros...