Son tantas las fotografías y vídeos que vemos cada día, que raramente podríamos imaginarnos nuestra vida sin ellas. Compartimos constantemente nuestros recuerdos, nuestros momentos y los de nuestras familas, sin percatarnos de que con ellos compartimos igualmente el entorno en el que vivimos.
De esta manera, cuando pase el tiempo y alguien recoja dichas fotografías (o dichos archivos), podrá ver cómo eran las calles por las que paseábamos, las plazas donde instalábamos nuestras cruces de mayo o incluso las catedrales donde rezábamos.
Fotografía de la Catedral de Córdoba, hacia 1905 |