El domingo 28 de abril de 1935 y tras haber sido solicitado por los labradores de nuestra ciudad al obispo Adolfo Pérez Muñoz, se celebró el acto principal de los organizados en rogativas por la tan necesaria lluvia para nuestra ciudad.
Todo comenzó el jueves 25 de abril con una reunión en el Círculo de Labradores en el que sus miembros se ocuparían de organizar los actos a celebrar durante todo el fin de semana. A ella asistieron numeroso representantes de la Hermandad de Labradores, de la Asociación General de Ganaderos de España, de la Cámara Oficial Agrícola, del Círculo de Labradores o de la Federación de Agricultores, entre otros. Entre otros puntos se acordó solicitar las autorizaciones precisas para celebrar un triduo en rogativas a Nuestra Señora de la Fuensanta, San Rafael y San Isidio, finalizando con una procesión.
Procesión en rogativas de San Rafael, Nuesta Señora de la Fuensanta y San Isidro. 28 de abril de 1935. |
Finalizada la reunión, una comisión compuesta por el prior de la Comunidad de señores curas párrocos don Emilio Salinas Diéguez y el recto de la parroquia de San Nicolás don Paulino Seco Herrera, acomapañados por diversos señores, visitaron al obispo de la Diócesis y al gobernador civil con el objetivo de exponerles el proyecto y solicitar la autorización de ambos; autorización que recibieron em ambas visitas.
De esta manera, el viernes 26 de abril a partir de las 5 de la tarde, se trasladaron las imágenes de Nuestra Señora de la Fuensanta (desde su Santuario) y de San Isidro Labrador (desde el convento de San Agustín) hasta la iglesia del Juramento, quedando expuestas ambas en el altar mayor; a la derecha del Arcángel la imagen mariana, y a la izquierda la del santo.
A las siete de la tarde comenzó el primer acto del triduo, revestido de una solemnidad extraordinaria y acomapañado de una capilla de "música vocal e instrumental".
La presidencia la ocuparon los presidentes de la Hermandad de Labradores, de la Asociación General de Ganaderos de España en Córdoba, el de la Cámara Agrícola, del Círculo de Labradores o de la Asociación de Labradores.
Las naves del templo se encontraban completamente llenas de labradores quienes compartieron su júbilo al comprobar cómo una copiosa lluvia comenzaba a mojar la plaza en el mismo momento en el que finalizaba la función.
El sábado 27 de abril se celebraría el segundo acto del triduo (con mayor afluencia de público si cabe, debiendo quedar parte del pueblo en el exterior del templo), siendo el tercero el celebrado el domingo 28 a partir de las ocho y media de la mañana, con comunión sólo para caballeros.
Por último, el domingo 28 de abril de 1935, a partir de las cinco de la tarde, serían sacadas en procesión las agradas imágenes siguiendo la siguiente carrera: Plaza de San Rafael, Santa María de Gracia, Realejo, San Pabrlo, plaza del Salvador, Joaquín Costa, Diario de Córdoba, San Fernando, Cruz del Rastro, Lucano, Emilio Castelar, don Rodrigo, Agustín Moreno, carrera de la Fuensanta (donde se retiró la imagen de Nuestra Señora de la Fuensanta), carrera de la Fuensanta, Campo Madre de Dios, Ronda de Andújar, Arroyo de San Lorenzo, Arroyo de San Rafael y plaza de San Rafael. Desde allí la imagen de San Isidro Labrador continuaría por las calles Custodio, Pozanco y Compás de San Agustín hasta la iglesia del convento.
Para la organización de la procesión, las niñas que quisieron formar parte del cortejo se reunieron en la iglesia del convento de Santa María de Gracia (con velos blancos y ramos de flores), siendo San Lorenzo el punto de reunión de los niños. Por su parte las mujeres hicieron lo propio en la plaza de San Rafael y los hombres en el interior del templo.
El orden de la procesión fue: Niños. Niñas, Juventudes femeninas de Acción Católica. Señoras. Juventudes masculinas de Acción Católica. Caballeros. Cruces Parroquiales. Clero regular. Clero parroquial. Seminario de San Pelagio. Cabrildo Catedral y Presidencia. Los fieles, sin velas, irían rezando el Santo Rosario y siendo dirigidos por sacerdotes que marcharán por el centro de la doble fila. Por su parte el alcalde envió una pareja de guardias municipales de caballería con traje de gala para romper marcha en la procesión.
Debido a la situación política de España, la salida del Cabildo Catedral de Córdoba a la calle, precedido de su cruz y su pertiguero, fue todo un acontecimiento, pues hacía mucho que no ocurría. La prudencia dictó que el Cabildo Catedral llegara con el tiempo preciso para comenzar su marcha, retrasnado su llegada unos minutos y coincidiendo su llegada con el paso de la cabeza de la comitiva por San Pablo (las crónicas hablan de una participación de varios miles de cordobeses). Otras crónicas hablan de encontarse la cabeza en la calle Mucho Trigo mientras que la Presidencia se encontraba aún por el Realejo. En publicaciones como El Siglo Futuro (Madrid) se habló de más de 10.000 participantes.
Finalmente las imágenes de Nuestra Señora de la Fuensanta (Compatrona celestial, tal y como se la describe) y San Isidro acompañarán a la de San Rafael hasta su iglesia, permaneciendo en ella hasta el lunes 29 de abril.
Cusiosamente aquel mismo día tenía previso la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores reunirse con sus hermanos en Junta General Extraordinaria para tratar la reforma del paso para su salida de 1936, con hora de inicio las 3 de la tarde. Igualmente coincidió con la celebración en el colegio salesiano en honor del antiguo alumno, desde las ocho de la mañana.
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