El mundo cofrade, para serlo, debe seguir ciertas normas que lo hacen único y por tanto atractivo al devoto. Devoto que pudiera serlo sin pertenecer a una hermandad, pero que por estas cosas extrañas que tienen nuestras hermandades se siente a gusto perteneciendo a una corporación que cuenta con varios siglos de historia, y que si por cosas del destino tan sólo tiene XXV años (siempre en números romanos, claro), es porque así lo que ha querido Él o Ella (en mayúscula, evidentemente). Cada hermandad es en sí un ente único; único pero a la vez parte de un conjunto de "únicos" que conforman un mundo único. Todos iguales pero a la vez todos distintos. O viceversa.
Lo cierto es que para darle a nuestra hermandad la importancia que, aunque ya tiene, nosotros queremos darle, comprobamos que se repiten ciertos hábitos totalmente recurrentes que el devoto asume como parte de esa "indiosincracia" cofrade, pero que tal vez alguien debiera revisar para no seguir cayendo en los mismos errores; o tal vez debiera decir Errores, porque el primero de éstos es la manía, perdón costumbre centenaria, de comenzar todas las palabras que componen el título de una hermandad en mayúsculas. Lo cual no deja de ser curioso, pues pareciera que lo que da seriedad y ranciedad a una corporación no es su propia historia, sino el poner muchas mayúsculas en tu título.
Y por si esto fuera poco, ¿Por qué no erigir a nuestras hermandades (o Hermandades) en parroquias, aún cuando lo estén en iglesias no parroquiales? Cualquier hermandad (o Hermandad) que se precie debe tener su sede en una parroquial y no en una auxiliar, lo cual parece ser de segunda división. Y para comprobarlo sólo tenemos que ver la convocatoria a los cultos (o Cultos) de nuestras hermandades (o Hermandades). Cuando lleguemos al apartado del Vía Crucis, la fórmula más utilizada es: [...] Vía Crucis con la Sagrada Imagen por las Calles de su Feligresía (no olvidemos las mayúsculas). Rápidamente acudimos a la Real Academia de la Lengua y comprobamos que feligresía es el territorio encomendado a un párroco, quien a su vez es el gestor de una parroquia, que a su vez es la iglesia en la que se administran los sacramentos... Por lo que las Iglesias Conventuales, Iglesias de colegios, Reales Colegiatas, etc., etc., al depender de la parroquial, no cuentan con feligresía propia. Curioso... ¿Estaremos dando a nuestras Sedes (en mayúscula, ya que se refiere a nuestra Casa) la condición de parroquiales aún cuando no lo sean? ¿Se referirán dichas convocatorias a "su feligresía", refiriéndose a la de la propia Imagen? (ya que las Imágenes lo abarcan todo).
Con Tanta Mayúscula y Feligresía sin Parroquia, Esto Se Hace Aún Más Atractivo De Lo Que Ya De Por Sí Es. En Fin, Curiosidades De Cuaresma.
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