Bienvenida a don Rafael Rabasco Ferreira

San Lorenzo le espera…

¡Quédate buen Jesús que anochece

y se apaga la fe!

que las sombras avanzan Dios mío

y el mundo no ve.

Quédate por piedad no te vayas

porque tu eres amor,

porque se nubla el camino,

y no puedo ver mi destino.

¡No me dejes sólo, Señor

quédate al fin conmigo!.

(Fragmento pregón de la Semana Santa de Montoro en 2009 por Don Rafael Rabasco Ferreira).

En unos días contaremos con la presencia de un nuevo Párroco en nuestra querida feligresía de San Lorenzo: Don Rafael Rabasco Ferreira.

Me llena de alegría la noticia, al saber que contaremos en la Parroquia con un Sacerdote lleno de vida, de comprensión, trabajador y con un sinfín de cualidades que hacen gala de su personalidad y el buen carisma de nuestro nuevo párroco.

Bien conozco su vida y trayectoria, pues son muchos años de servicio a Dios y al pueblo en mi localidad montoreña, siendo uno de sus monaguillos, mi madre catequista y teniendo mi familia un gran vínculo en torno a la vida parroquial de la Iglesia de San Bartolomé.

Nace Don Rafael un Martes Santo de 1967 en Iznájar, en el seno de una humilde y trabajadora familia siendo el más pequeño de dos hermanas y un hermano.

Recibe el bautismo ante Nuestra Señora de la Piedad en su localidad natal.

Desde muy pequeño tiene muy clara su vocación sacerdotal. En una ocasión, me contó que siendo niño, se escapaba continuamente del colegio alegando que él, quería ser cura, que lo que tenía que hacer, era ir al seminario y no al colegio.

Tanto es así, que consigue su propósito, ingresando en el Seminario Menor de Córdoba a la edad de 16 años, siendo ordenado Sacerdote con 26 años.

Realiza su labor pastoral en Fuente Ovejuna y en Moriles, hasta que en el año 1996 recibe el encargo de trasladarse a Montoro.

Es licenciado en Derecho Civil por la UNED y en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia de Salamanca. Es Arcipreste de la comarca del Alto Guadalquivir. Y en la actualidad ocupa la dirección del Secretariado del Apostolado de la Carretera, es Juez del Tribunal Eclesiástico y miembro del Consejo Diocesano de Pastoral.

Mantiene una especial dedicación y entrega para la vida parroquial mediante fructíferos encuentros con jóvenes y niños, grupos de catequesis de primera comunión, post-comunión y confirmación.

Precursor de Adoración Nocturna en Montoro, realizando con solemnidad cultos al Santísimo Sacramento en los Jueves Eucarísticos.

Pero es en Cáritas donde realiza junto a su feligresía su mayor labor, mediante la recogida y distribución de alimentos y ropa a los más necesitados.

En cuanto a su labor cofrade en Montoro, ha sido pregonero de su Semana Mayor en el año 2009. Es consiliario de las hermandades de la Borriquita, Santísimo Cristo de las Penas, Santa Vera Crux, Nuestro Padre Jesús Nazareno, Flagelación, Nuestra Señora de la Fuensanta, Nuestra Señora de la Cabeza, San Fernando y de Nuestra Señora del Rosario y San Bartolomé, patrones de Montoro, todas ellas pertenecientes a la Parroquia de San Bartolomé de Montoro.

Para la Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, realiza cada año el “Sermón del Paso” la mañana del Viernes Santo.

Para los Santos Oficios, prepara cada Jueves Santo la Santa Misa, representando junto a la Agrupación de Apóstoles del Señor, una emotiva y bella representación de la Santa Cena de Nuestro Señor Jesucristo.

Ha recuperado muchas tradiciones para nuestro pueblo como el “canto de la aurora” a nuestros patrones en las vísperas a su festividad.

En el mes de mayo, en una plazuela bella y típica de la localidad, coloca un altar en el que rezar el Rosario y realizar una ofrenda floral a la Santísima Virgen acompañados de los más pequeños.

Para el pueblo y su parroquia recuperó con inconstante tesón dos cuadros magníficos dedicados al Patrón de la localidad que fueron sustraídos en la contienda civil y hallados satisfactoriamente en la Parroquia de San Antonio de Padua en Córdoba.

Personalmente, no es su labor cofrade y eclesiástica, aunque grandísima y satisfactoria, la que quisiera destacar, siendo su lado humano el más significativo y el que más hondo ha calado entre los montoreños.

Se considera, y cito textualmente: “cura de pueblo, de parroquia entregado a mi feligresía y a todo aquel que lo necesite”. Por este cariño hacia su parroquia, su feligresía y al pueblo en general, es galardonado en 2013 como montoreño del año por el Excelentísimo Ayuntamiento de Montoro.

Alberga un gran cariño hacia los más pequeños, realizando misas especiales para ellos en la que todos los niños participan, excursiones al campo y otras muchas actividades, recuerdo aún, una vez que nos recogió a todos los monaguillos y nos llevó a Sevilla a un Parque de atracciones, creo que él fue el que más disfrutó de aquel día.

Persona modesta, prudente y sincera, intentando conseguir siempre lo mejor para todos, a veces sus feligreses pensamos que la palabra “no” no se encuentra en su vocabulario, ya que, aunque resulte difícil intenta con ahínco satisfacer a cada uno de sus feligreses.

Pero es el cariño lo que sobrepasa cualquiera de sus cualidades: “si no tengo amor, no tengo nada” decía San Pablo, pues una gran persona con grandes dotes vocacionales, académicas y carismáticas, de nada la sirve sin ese cariño que es la forma más divina y humana de servir a Dios y a los demás.

Vuestro soy,

por vos nací,

¿qué mandáis hacer de mí?

Estimado Don Rafael:

Este lema es el que ronda por los corazones de todos los que nos sentimos de esta gran familia de la Hermandad del Calvario y de Nuestra Señora del Mayor Dolor, guárdela y compártala con nosotros.

No tema, viene a un lugar en el que nuestro camino son XIV Estaciones a seguir y como guía en este sendero al Capataz de Nuestras Vidas. Tiene la Dulce Mirada de Nuestro Señor acompañándole en todo momento y unos ojos que se elevan al cielo para rogar por nosotros.

Vine a esta casa hace tan sólo cinco años, y puedo asegurarle de corazón que este es mi hogar y mi familia, ya que vine buscando la fe, la esperanza y la caridad y la encontré en cada uno de los corazones que laten por cada rincón de San Lorenzo.

Le pido comprensión, ayuda y cariño, básicamente la semilla que dejó usted en Montoro, por la que cada uno de los montoreños estaremos eternamente agradecidos.

Déjeme que le de la Bienvenida a su nueva casa, y cuando llegué ante el Sagrario y contemple la imagen divina de Nuestro Padre Jesús del Calvario y a nuestra Madre del Mayor Dolor, comenzará a entender todo aquello que tantas veces le he intentado explicar con palabras y comenzará a vivir en cuerpo y alma.

Que Dios le bendiga y le acompañe siempre.

Juan Luis Moreno Palomares