De las hermandades de Expiración de Córdoba y Pasión y Muerte de Sevilla, y la reliquia de San Diego de Alcalá

El próximo Viernes de Dolores la hermandad sevillana de Pasión y Muerte portará a los pies del crucificado una pequeña reliquia de San Diego de Alcalá (San Nicolás del Puerto, 1400 - Alcalá de Henares, 1463), cedida por la hermandad de San Diego de la localidad natal del santo.

Reliquia de San Diego de Alcalá. Fuente: Hermandad de Pasión y Muerte

San Diego vistió el hábito franciscano como hermano lego de la Orden de los Frailes Menores de la Observancia, desarrollando su actividad en lugares tan distantes como las Islas Canarias, Cádiz, Sevilla, Roma o nuestra propia ciudad, donde residió en el convento de San Francisco de la Arruzafa; donde por cierto fue maestro de novicios San Francisco Solano.

San Diego fue el único santo canonizado durante el siglo XVI (1588), cerrándose así el proceso que comenzara Pío IV a instancias del monarca Felipe II, y entre cuyos milagros se encuentra la curación del príncipe Carlos, hijo de Felipe II, de un fuerte golpe en la cabeza.

Hoy prácticamente olvidado por los cordobeses, San Diego gozó en otro momento de gran devoción en nuestra ciudad, contando con una hermandad en su honor. Ésta no fue otra que la hermandad de San Diego y San Acacio, con sede en el convento de San Pedro el Real y cuya imagen titular fue la actual imagen del Santísimo Cristo de la Expiración.

Santísimo Cristo de la Espiración a principios del siglo XX

Quedando extinguida esta antigua hermandad, la imagen pasó de la parroquial de San Franciso y San Eulogio (Real Convento de San Pedro el Real) a la iglesia del antiguo Real Convento de San Pablo tras las reformas a las que fue sometida en 1904, fundándose la actual hermandad de la Expiración en 1918.

Aun cuando la hermandad de la Expiración no puede considerarse heredera de la hermandad de San Diego y San Acacio, la preciosa imagen titular sí que mantiene a ambas hermandades entre las páginas de su historia particular, habiendo servido a muchas generaciones de cordobeses para acercarse al santo que pasó parte de su vida en nuestra ciudad (o nuestra sierra). Por ello, y aprovechando la noticia de la hermandad de Pasión y Muerte, recordamos hoy que también en Córdoba se veneró a este santo andaluz a través de la imagen a la que ya rezaron nuestros abuelos.