Durante mis años de costalero de Nuestro Padre Jesús del Calvario no faltaron las palabras de aliento de compañeros de trabajadera que recordaban el origen panadero de la hermandad. Lo cual es de por sí una incógnita pues en ninguna de las reglas y libros de actas que mantiene la hermandad se nombra a este gremio como fundacional.
Detalle de la censura de las reglas del Calvario por el Obispo Siuri. 20 de julio de 1722 |
Hoy Diario Córdoba publica un artículo titulado "La otra titular del Calvario", en el que recupera un recorte de prensa cuya noticia principal se titula a su vez "La cofradía de San Lorenzo fue la antigua de los Panaderos". Si bien el artículo no precisa la fecha de publicación de dicha noticia, ésta fue publicada el 29 de marzo de 1942, pudiéndose leer en el primer párrafo:
Antiguamente -nos cuenta el hermano que nos acompaña- en este Barrio de San Lorenzo hubo no pocos hornos, y por ello a la Hermandad se le llamaba de los Panaderos. Tuvo esta raíz popular, tan nuestra, tan entrañablemente nuestra, que aquí la consideramos como algo unido a nuestra casa, a nuestro trabajo...
Este testimonio de un hermano, que aunque no se nombre pudiera ser Parejo (quien por entonces custodiaba los libros de actas antiguos, consultados y nombrados en el propio artículo), comienza a verter luz sobre el asunto de los panaderos y su relación con la hermandad, pues de sus palabras de desprende que no estuvieron, como gremio, vinculados a la fundación (lo cual ya se sabía), sino que parece que pudieran acercarse de manera individual a ella por ser una de las pocas hermandades penitenciales del barrio de San Lorenzo durante varios siglos; en unión a la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno).
Sin embargo faltaría por establecer el momento en el que se comienza a designar a esta hermandad como la de los Panaderos y sobre todo el momento en el que se deja de utilizar este "título", pues el artículo de prensa de 1942 habla en términos pretéritos ("La cofradía de San Lorenzo fue la antigua de los Panaderos"), dando a entender que dicha vinculación, de haber existido, ya formaba parte de la historia particular de la hermandad.
Si mirásemos algo más atrás en el tiempo, en 1924 una nota publicada en Diario de Córdoba los días de Semana Santa recordaba lo siguiente:
Se informa de que la efigie de Nuestro Padre Jesús del Calvario era venerada antiguamente por una devota Cofradía formada por el gremio de panaderos. Llamábase del Calvario porque era costumbre conducirla en procesión hasta un lugar llamado así en el Marrubial, para hacer en el Domingo de Pasión la bendición de los sembrados.
La nota no es en absoluto aclaratoria en relación con este asunto, e incluso muestra síntomas de costumbrismo y tradición oral, más común de lo deseado en aquellos años en la prensa cordobesa. Sin embargo justo medio siglo antes de este artículo (1874), el mismo diario publicaba la descripción de las imágenes y hermandades que participarían en la procesión oficial del Santo Entierro, pudiéndose leer lo siguiente:
Debiendo salir de la Iglesia Parroquial de San Lorenzo a las dos de la tarde del próximo Viernes santo Nuestro Padre Jesús del Calvario con la Cofradía de Nuestra Señora del Socorro y el gremio de panaderos, se suplica a los cofrades de la misma y los indicados del referido gremio, se signen concurrir una hora antes a la iglesia mencionada con objeto de recibir un cirio y estar dispuesto a salir a la hora indicada con el fin de no retrasar la salida que para este acto tiene trazada el Excelentísimo Ayuntamiento para el Santo Entierro
Notas similares se encuentran en años siguientes (1876 y 1878), poniéndonos en la pista de que, al menos en estos años, el gremio de los panaderos acompañaron a la imagen de Nuestro Padre Jesús del Calvario. Sin embargo esta descripción no resulta suficiente para asumir que el gremio estuviera unido oficialmente a la hermandad pues la propia aplicación del decreto de Trevilla y el consiguiente descenso en el número de hermanos que acompañaban a sus hermandades (y hablamos de hermanos y no nazarenos pues la uniformidad total de los acompañantes en los cortejos estaba, precisamente en estos años, asentándose), provoca que diferentes gremios (e incluso hermandades de gloria) se unan y acompañen a las imágenes durante la procesión oficial. Esto ocurre con la propia hermandad del Calvario, la cual es acompañada por la hermandad de Nuestra Señora del Socorro; la imagen del Huerto fue acompañada por toneleros, zapateros, posaderos o pasteleros; la imagen del Amarrado lo fue por sastres y la hermandad de la Aurora; las imágenes de la hermandad del Caído fueron acompañadas por los gremios de carpinteros y fabricantes de cal, así como por las hermandades de Ánimas, Resucitado y Virgen de la Luz de Santa Marina, y la Virgen de las Angustias, por último, fue acompañada por el gremio de madereros y una larga nómina de miembros de otras hermandades como la del Tránsito, Buen Suceso, Remedios, Belén de San Miguel, Ánimas de Santiago, Santísimo de la Compañía y Virgen de las Montañas.
Si vemos la distribución de los gremios por hermandades, podemos incluso comprobar cómo la mayoría de gremios, distribuidos históricamente por barrios, acompañan a hermandades con sede en los mismos barrios o, en cualquier caso, barrios cercanos. De esta manera recordamos que efectivamente el de San Lorenzo fue un barrio en el que convivían multitud de panaderías y tahonas, no siendo extraño por tanto que acompañaran a la imagen del Calvario.
Sin embargo acompañar, en los términos que estamos viendo, no implica necesariamente formar parte de las hermandades de manera oficial, pues en ningún caso se describe vinculación alguna entre gremios y hermandades. Este detalle es bastante importante, pues si leemos a autores como Aranda Doncel comprobamos que en otros textos sí que se habla inequívocamente de dicha relación. En el caso del gremio de los panaderos, Aranda Doncel escribe lo siguiente (en relación con el convento de la Victoria de los padres mínimos de San Francisco de Paula):
A lo largo del primer tercio del XIX reciben culto varias imágenes que tienen bastante arraigo en la población del barrio de San Nicolás de la Villa. Entre ellas sobresale la venerada efigie de Jesús de la Sangre, titular de la cofradía penitencial del mismo nombre que se haya vinculada en este periodo al gremio de los panaderos.
Esta descripción es de un valor inmenso para la cuestión que estamos tratando, pues comprobamos cómo el gremio de los panaderos sí estuvo vinculado de manera documentada, al menos, a la hermandad de Jesús de la Sangre del convento de los mínimos, situado en el extremo opuesto a la iglesia de San Lorenzo.
Sin embargo poco después, concretamente en 1835, en Córdoba no sólo se vivían los efectos del devastador efecto Trevilla, sino que el 4 de julio de dicho año se promulgaba el decreto de extinción de la Compañía de Jesús, siendo seguido tres semanas más tarde por el decreto que suprimiría todos aquellos conventos con menos de 12 religiosos profesos. Éste sería el caso del convento de la Victoria, el cual contaba en dicho momento con tan sólo 10 religiosos.
Los religiosos abandonarán el convento días antes de la exclaustración de las órdenes religiosas del 30 de agosto de 1835, si bien el templo, y en un principio, sería de los templos conventuales que permanecerían abiertos al culto. Sin embargo todo queda en proyecto, siendo vendido en 1844 a un particular, pasando imágenes y vasos sagrados a la cercana parroquia de San Nicolás de la Villa (a excepción de Nuestra Señora de las Huertas, que pasaría directamente al catedral).
¿Qué ocurrió con los titulares de Nuestro Padre Jesús de la Sangre, hermandad vinculada al gremio de los panaderos? Según un inventario de 1914 Nuestro Padre Jesús de la Sangre, la Virgen de los Dolores y San Juan, titulares de la hermandad, ocupanban uno de los retablos del templo.
Como curiosidad podemos recordar que la imagen del Nazareno (Jesús de la Sangre) permanecerá en Córdoba hasta después de la guerra civil, cuando es donada a la localidad de Hornachuelos, mientras que la Virgen de los Dolores es la actual imagen de Gracia y Amparo, titular de la hermandad de la Sentencia de Córdoba.
Ahondando un poco más en el gremio de los panaderos, en 1917 el cronista de la ciudad, José María Rey Díaz, describe la procesión oficial del Santo Entierro en la que participó la imagen de Jesús Humilde o de la Humildad (cuyo origen también se encuentra en el convento de los mínimos), describiéndolo de la siguiente manera (esta imagen participó en la procesión oficial, al menos, entre 1851 y 1864):
Jesús Humilde o de la Humildad, propio de la parroquial de San Nicolás de la Villa y llevada por el gremio de panaderos y las Hermandades de la Sangre, y del Ave María y Santísimo, de San Juan.
En esta ocasión comprobamos cómo la imagen de Jesús Humilde es portada, no sólo acompañada, por los miembros del gremio de panaderos, quienes a su vez son acompañados por su hermandad de la Sangre manteniendo de esta manera la relación más allá del cierre del convento de los mínimos en el actual paseo de la Victoria (convento adquirido por el ayuntamiento en 1866 para ampliar la superficie del real de la feria de Nuestra Señora de la Salud).
Recordamos que el gremio de los panaderos comenzó a acompañar, tal y como hemos visto anteriormente, a la imagen de Nuestro Padre Jesús del Calvario a partir de 1874, tras los acontecimientos del sexenio revolucionario, lo que coincide con la desaparición de la imagen de Jesús Humilde del cortejo oficial. Esto nos puede llevar a pensar que la ausencia de esta última imagen y la desaparición de la hermandad de la Sangre (no se vuelve a nombrar en ninguna descripción posterior), provocará la decisión de acompañar a la imagen titular de San Lorenzo en los términos ya descritos.
Con todo lo anterior es fácil concluir en la relación que el gremio de los panaderos mantuvo con la hermandad de la Sangre e incluso con la imagen de Jesús Humilde (a la que llegaron a portar en la procesión oficial), si bien no es tan evidente la relación formal de los panaderos como gremio con la imagen de Nuestro Padre Jesús del Calvario; lo cual tampoco es suficiente para pensar que de manera individual o incluso agrupada (aunque no oficial) este gremio no mantuviera relación con la hermandad del Calvario más allá del acompañamiento que durante algunos años se hizo de la imagen cada Viernes Santo; y que en cualquier caso no sería muy dilatada en el tiempo, a la vista del artículo de 1924 (y su eco en 1942).
Fuera como fuese el título de "panaderos" ha quedado impregnado en el ADN de los miembros de esta hermandad, que con este simple gesto nos recuerdan parte de la historia no sólo de su propia corporación sino de toda una ciudad.
Magnifico repaso a la historia
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