Nuestro amigo y colaborador tarifeño Juan Antonio Patrón Sandoval, nos informa de la reciente recuperación de un busto de San Francisco de Asís, que en origen perteneció a una imagen completa del Santo italiano. De tamaño natural, la imagen original contaba con brazos articulados y estaba preparada para ser vestida con hábito franciscano. Aunque su autoría no ha podido ser atribuida, según el propio Patrón Sandoval no cabría duda de que se trata de una talla del S. XVIII, encuadrada en la escuela jerezano-genovesa de dicha centuria. Por su calidad artística y proporciones, apreciables principalmente en su perfil, debe corresponder a alguno de los mayores exponentes de dicha escuela.
Muy posiblemente pudiera haber sido en origen la imagen procesional de la Orden Tercera de San Francisco que existió en Tarifa (Cádiz), o bien una de las imágenes de culto de las que se veneraban en el convento franciscano de San Juan de Prado. Dicho convento erigido en 1730 extramuros de la ciudad, volvió a trasladarse a su antigua casa hospicio junto a la iglesia de Santa María en el interior de la ciudad, donde permanecería hasta la exclaustración de los religiosos en 1835. Y no es sino en dicha iglesia de Santa María donde todavía se documentaba en el año 1919 la primitiva imagen de vestir de San Francisco.
Tras el cierre de esta iglesia tarifeña en la siguiente década del siglo pasado, sus bienes e imágenes pasaron al templo mayor de San Mateo, perdiéndose la pista a la talla de San Francisco de Asís, cuyos restos fueron recuperados años más tarde de un acopio de madera para leña por un particular de la localidad gaditana, quien tras restaurarlo le dio es aspecto con el que la imagen llegó hasta nosotros en 2009, muy deteriorada por los repintes, abundantes lagunas y los cambios de temperatura y humedad que había sufrido en todo ese tiempo.
La imagen de aquel San Francisco de Asís de la iglesia de Santa María llega a la actualidad como un busto presentado sobre peana, dispuesto para ser venerado en pequeñas capillas, hornacinas o vitrinas de forma particular. La precariedad en el que llega a la intervención y las pretensiones de corregir las faltas de estas últimas transformaciones, obliga a hablar de recuperación artística, aparcando el término de restauración.
Para ello su actual propietario encargó el pasado año 2010 la restauración del busto a Jesús Guerrero García, restaurador y conservador de obras de arte de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), quien ha intervenido sobre la misma devolviéndolo al estado que presenta en la actualidad, sometiéndola a un tratamiento de gases inertes para frenar el ataque de insectos xilófagos, a la vez que se ha restaurado la madera que conforma su soporte material.
La falta de cohesión de la mascarilla ha posibilitado su separación del resto de la cabeza y el acceso al interior, donde se comprueba cómo, en una intervención anterior, se reponen los antiguos ojos de cascarilla por unas piezas de madera muy mediocremente policromadas. La metodología estructural planteada por Guerrero García ha partido de recontruir toda la zona del busto y recrear la embocadura y capucha del hábito del Santo franciscano con pasta de madera, a la vez que se han repuesto los globos oculares, en este caso de cristal. Finalmente, la recuperación cromática de la imagen es totalmente nueva. Las carnaciones están policromadas al óleo y los ropajes estofados al temple sobre oro. Como paso previo, ha sido estucado con preparación magra tradicional de sulfato cálcico y cola de origen animal.
Bajo el estuco se han respetado las escasas lagunas de color que presentaba la imagen antes de la intervención. Según el restaurador también se trate probablemente de repintes posteriores a la policromía original, pero que se han conservado bajo la nueva interpretación polícroma como dato de interés, como es el que el busto carecía de estuco o capa de preparación, de forma que la policromía original del S XVIII se aplicó, al menos en la zona del pelo y de la barba, directamente sobre el tallado menudo de estas partes del busto y sobre el mismmo soporte, algo que nos viene de nuevo a referir el quehacer de algunos maestros genoveses de los que trabajaron en la provincia gaditana en el S XVIII.
Todas las fotografías han sido tomadas por el propio Juan Antonio Patrón, y enviadas a la página web La Hornacina, de donde se han seleccionado para este artículo.
Juan Antonio Patrón Sandoval ha sido colaborar de este Blog en varias ocasiones, destacando las entradas que en relación a la recuperación de Santísimo Cristo de las Ánimas de Tarifa, publicamos los pasados 10 de febrero de 2011, y 11 de febrero de 2001. Desde Costaleros del Calvario agradecemos a Patrón su interés por la recuperación artística de Tarifa, así como su amistad y disposición continua con este blog.
Muy posiblemente pudiera haber sido en origen la imagen procesional de la Orden Tercera de San Francisco que existió en Tarifa (Cádiz), o bien una de las imágenes de culto de las que se veneraban en el convento franciscano de San Juan de Prado. Dicho convento erigido en 1730 extramuros de la ciudad, volvió a trasladarse a su antigua casa hospicio junto a la iglesia de Santa María en el interior de la ciudad, donde permanecería hasta la exclaustración de los religiosos en 1835. Y no es sino en dicha iglesia de Santa María donde todavía se documentaba en el año 1919 la primitiva imagen de vestir de San Francisco.
Tras el cierre de esta iglesia tarifeña en la siguiente década del siglo pasado, sus bienes e imágenes pasaron al templo mayor de San Mateo, perdiéndose la pista a la talla de San Francisco de Asís, cuyos restos fueron recuperados años más tarde de un acopio de madera para leña por un particular de la localidad gaditana, quien tras restaurarlo le dio es aspecto con el que la imagen llegó hasta nosotros en 2009, muy deteriorada por los repintes, abundantes lagunas y los cambios de temperatura y humedad que había sufrido en todo ese tiempo.
La imagen de aquel San Francisco de Asís de la iglesia de Santa María llega a la actualidad como un busto presentado sobre peana, dispuesto para ser venerado en pequeñas capillas, hornacinas o vitrinas de forma particular. La precariedad en el que llega a la intervención y las pretensiones de corregir las faltas de estas últimas transformaciones, obliga a hablar de recuperación artística, aparcando el término de restauración.
Para ello su actual propietario encargó el pasado año 2010 la restauración del busto a Jesús Guerrero García, restaurador y conservador de obras de arte de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), quien ha intervenido sobre la misma devolviéndolo al estado que presenta en la actualidad, sometiéndola a un tratamiento de gases inertes para frenar el ataque de insectos xilófagos, a la vez que se ha restaurado la madera que conforma su soporte material.
La falta de cohesión de la mascarilla ha posibilitado su separación del resto de la cabeza y el acceso al interior, donde se comprueba cómo, en una intervención anterior, se reponen los antiguos ojos de cascarilla por unas piezas de madera muy mediocremente policromadas. La metodología estructural planteada por Guerrero García ha partido de recontruir toda la zona del busto y recrear la embocadura y capucha del hábito del Santo franciscano con pasta de madera, a la vez que se han repuesto los globos oculares, en este caso de cristal. Finalmente, la recuperación cromática de la imagen es totalmente nueva. Las carnaciones están policromadas al óleo y los ropajes estofados al temple sobre oro. Como paso previo, ha sido estucado con preparación magra tradicional de sulfato cálcico y cola de origen animal.
Bajo el estuco se han respetado las escasas lagunas de color que presentaba la imagen antes de la intervención. Según el restaurador también se trate probablemente de repintes posteriores a la policromía original, pero que se han conservado bajo la nueva interpretación polícroma como dato de interés, como es el que el busto carecía de estuco o capa de preparación, de forma que la policromía original del S XVIII se aplicó, al menos en la zona del pelo y de la barba, directamente sobre el tallado menudo de estas partes del busto y sobre el mismmo soporte, algo que nos viene de nuevo a referir el quehacer de algunos maestros genoveses de los que trabajaron en la provincia gaditana en el S XVIII.
Todas las fotografías han sido tomadas por el propio Juan Antonio Patrón, y enviadas a la página web La Hornacina, de donde se han seleccionado para este artículo.
Juan Antonio Patrón Sandoval ha sido colaborar de este Blog en varias ocasiones, destacando las entradas que en relación a la recuperación de Santísimo Cristo de las Ánimas de Tarifa, publicamos los pasados 10 de febrero de 2011, y 11 de febrero de 2001. Desde Costaleros del Calvario agradecemos a Patrón su interés por la recuperación artística de Tarifa, así como su amistad y disposición continua con este blog.
No hay comentarios:
Publicar un comentario