martes, 30 de noviembre de 2010

Mercado de Abastos de la Corredera

Entre los años 1896 y 1959 el centro de la plaza de la Corredera se encontró ocupado por un edificio que hizo las veces de Mercado Central de Abastos. Su inauguración fue el 2 de agosto de 1896, decretándose el cierre y derribo por la coporación municipal dirigida por Antonio Cruz Conde por motivos higiénicos.

Interior del Mercado Central de la Corredera en 1951


Y fue precisamente durante este periodo cuando se vivieron algunos momentos ya irrepetibles, como lo fue el paso de la Hermandad de la Misericordia por los alrededores de dicho mercado.


Aunque desgraciadamente muchas de ellas ya están olvidadas, estas imágenes nos evocan tiempos pasados  en los que nuestra Semana Santa despertaba de un letargo demasiado largo; cuando con más ilusión que medios, se hacía Estación de Penitencia por las calles en blanco y negro de Córdoba


El Señor de los Toreros (Cap. IV)

En su mandato (de Manolete),  la cofradía aumenta su popularidad considerablemente, hecho que se ve reflejado en el incremento del número de hermanos, destacando el nuevo paso que se manda tallar para Nuestro Padre Jesús Caído.

 Manolete tras la cogida del Miura "Islero"

 Momento de la cogida de Manolete por el Miura "Islero"


Durante el siglo XX el mundo taurino cordobés sigue ligado a la cofradía, aunque ningún torero después de Manolete, y hasta el día de hoy, se ha vuelto a poner al frente de la cofradía, cerrando así, junto con su tío abuelo José Dámaso Rodríguez “Pepete”, un curioso y trágico círculo: “Pepete” abrió la leyenda negra de los Miura, siendo el primer torero muerto en la plaza por herida de reses esta ganadería, siendo igualmente el primer matador de toros al frente de la cofradía de Jesús Caído; por su parte y años mas tarde, su sobrino “Manolete” fue el último diestro que encabezó la hermandad de San Cayetano así como la última víctima de un Miura en un coso taurino; tanto Jocinero como Islero fueron los verdugos de ambos genios cordobeses.

 Momento de la cogida de PEPETE por el Miura "Jocinero"

Actualmente muchos son los diestros y subalternos ligados a la Hermandad, destacando al subalterno Antonio Tejero, el matador Rafael González Chiquilín, el banderillero Rafael Gago o el también matador de toros Enrique Ponce, que pese a no ser un torero local, cada tarde de Jueves Santo deja patente su fe, haciendo su particular paseíllo a las seis en punto de la tarde desde la Iglesia de San Cayetano; rezando y dando gracias tras el Señor de los toreros, en su estación de penitencia por las calles Cordobesas.

 Representación del mundo de la tauromaquia tras el paso de Nuestro Padre Jesús Caído

lunes, 29 de noviembre de 2010

Tengo una muñeca vestida de azul...

A punto de finalizar el mes de los difuntos, aquel en el que nos acordamos de nuestro seres queridos, no puedo sino traer a la memoria una canción infantil que, a buen seguro, todos habremos cantado alguna vez.

La letra de dicha canción no nos sonará extraña, pero si vamos directamente al estribillo, tal vez no hayamos caído en la cuenta de su alusión a las Ánimas del Purgatorio...

2 y 2 son 4
4 y 2 son 6
6 y 2 son 8
y 8, 16
8, 24
y 8, 32
Ánimas Benditas me arrodillo yo.


Curioso, no?

El Señor de los Toreros (Cap. III)

Sobre 1880 se hizo cargo de la cofradía, tras fallecer el anterior Hermano Mayor, el ya citado Rafael Molina Sánchez “Lagartijo”, coincidiendo con un tiempo de bonanza y auge para la corporación Carmelita.

“Lagartijo” se convirtió en un gran devoto de Jesús Caído tras encomendarse a Él a raíz de sufrir una grave cornada en 1884 y salir indemne de aquel percance. En agradecimiento encargo una túnica de terciopelo morado con bordados en oro que provenían de capotes que él mismo donó y que sigue luciendo el titular de la cofradía cada Jueves Santo; a pesar de haberse pasado el bordado a terciopelo nuevo debido al estado de deterioro en el que se encontraba el original.



 
Durante los años postreros, finales del siglo XIX y principios del XX, diversos toreros locales, subalternos así como gente vinculada al mundo del toro, siguieron ligados muy estrechamente a la cofradía.

Después de unos años de decadencia y pasada la guerra civil, la semana santa cordobesa vuelve a tener un nuevo realce. La Hermandad del Caído pone sus ojos en un hermano del barrio de Santa Marina, Manuel Laureano Rodríguez Sánchez; aquel chico que unía sus apellidos a la tauromaquia y a la hermandad de Jesús Caído desde niño, y que convertido ya en un hombre, empezaba a vislumbrar el futuro que tenia en los ruedos.


 
En 1939 Manolete es elegido hermano Mayor del Caido. “El Monstruo” incorpora a su junta de gobierno a miembros ilustres de la cofradía, así como a personajes de su confianza, como por ejemplo su hermano y apoderado.

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