miércoles, 17 de noviembre de 2010

Figuras alegóricas II

Continuando con las alegorías, rescatamos estas fotografías antiguas de los pasos de la Canina de Sevilla (1900 aprox.), y Cádiz (1890).

 Canina de Sevilla, 1900

Canina de Cádiz, 1890

En el caso de Cádiz, se aprecia que el paso de la Canina precede al propio paso del Santo Sepulcro, así como lo que pudiera ser la Banda Municipal de Música, en la parte inferior de la fotografía.

4 comentarios:

  1. La canina de Cadiz tambien lleva el curioso pañuelo con la leyenda "MORS MORTEM SUPERAVIT"
    La canina de Sevilla estuvo un par de años sin salir con ese pañuelo y hay una bonita historia detrás...
    JuanHluquue

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  2. Juanito, pues estamos deseando escucharla!!

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  3. Cuando La Canina perdió el "Mors mortem..."

    Mi padre es hermano del Santo Entierro, no de los de las bolitas blancas y
    negras, sino de aquellos que se apuntaron a la hermandad cuando ya por causas
    de las penurias económicas de la susodicha, abrieron el cupo de los "cien
    hermanos".
    Desde entonces y hasta hace un par de años (debido a su avanzada edad) siempre
    ha acompañado a su hermandad en la estación de penitencia.

    Si usted no mal recuerda hubo un año, allá por los 80, que el paso
    popularmente conocido por "La Canina" salió sin el paño, o sudario negro que
    lleva inscritas las palabras latinas "Mors Mortem Superavit" (Solo la muerte
    supera a la muerte, lema de su alegoría). Recuerdo como todo el mundo notó y
    comento la falta de tan señera parte de este conjunto alegórico, incluyendo la
    prensa.
    El misterio de la falta del paño se resolvió un año después cuando mi padre
    fue a la Hermandad a recoger el ropón para hacer la estación de penitencia, y
    cuál sorpresa la suya cuando dentro del saco negro donde estaba su ropón
    encontró el citado paño.
    Cuando notificó su descubrimiento a la Hermandad, fueron los primeros
    sorprendidos, pues el año anterior se habían vuelto locos todos buscándolo
    (hasta debajo de las piedras...) y nadie tenia ni idea de como había llegado
    allí.
    Así que gracias a mi padre y su decisión de hacer estación de penitencia ese
    año, la cruz del paso de "La Canina" volvió a ondear el sudario negro.
    Antonio Burgos

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