La túnica de Martínez Cerrillo

El 4 de abril de 1910 nació en la localidad cordobesa de Bujalance Juan Martínez Cerrillo. Su carácter inquieto y creador pronto fue descubierto por sus padres, quienes se dice que se mudaron a Córdoba para poder dar a su hijo una formación artística acorde a sus inquietudes.

De hecho y aunque pudiera ser más conocido como imaginero y escultor, llegó a trabajar en diferentes campos como la pintura, la restauración e incluso el cuero, siendo muy famosas algunas de sus obras en este último material.

Centrándonos en su faceta de imaginero, llegó a tallar 60 imágenes de Vírgenes, tanto Dolorosas como de Gloria, destacando en Córdoba por su popularidad las imágenes de la Virgen de la Paz y Esperanza (1939), Virgen de la Alegría (1944), Virgen de la Esperanza (1947) y Virgen de la Piedad (1958), así como 38 imágenes de Jesús entre las que podrían citarse las imágenes de Jesús de la Humildad y Paciencia (1944), Jesús de la Sentencia (1945), Jesús de las Penas (1954) y la imagen titular de la Hermandad de la Borriquita (1963).

Sin embargo, Martínez Cerrillo tiene igualmente una extensísima obra al margen de dichas imágenes procesionales, aunque también basada en la Semana de Pasión, como son los óleos en los que plasmó los diferentes pasos de nuestra Semana Santa (o los patios cordobeses, en un plano más costumbrista que religioso), óleos con diferentes motivos religiosos para la decoración de palios como el de La Virgen de la Amargura, o bocetos de los diferentes pasos de las Hermandades con las que trabajó.

Boceto de paso de cordobán para Jesús de las Penas (nótese que el boceto se hizo antes del traslado de la Hermandad de la Esperanza desde Santa Marina a San Andrés)

Paso de Nuestro Padre Jesús de las Penas el Domingo de Ramos de 1958

Paso de la Virgen de la Amargura con las bambalinas de cordobán y los óleos en las esquinas del palio, obras de Martínez Cerrillo

Su obra, como queda constancia con algunos de los ejmeplos anterioes, no sólo fue amplísima sino sobretodo variada, lo que nos demuestra la enorme capacidad artística del bujalanceño.

Sin embargo, en el corazón de Martínez Cerrillo siempre hubo un hueco para la hermandad decana de la Parroquia de San Lorenzo, lo cual demostró en más de una ocasión, como lo fueron su pertenencia a la Junta de Gobierno del Calvario a partir de 1938, y la hechura de las imágenes ya comentadas en el este blog, de Nuestra Señora del Mayor Dolor y Esperanza, una imagen de La Verónica, o la confección del palio que cubriría a las diferentes imágenes marianas de la hermandad en varias etapas.

Sin embargo, un detalle casi olvidado por la mayoría de los cordobeses,y recordado con orgullo por sus  familiares (como hicieron por última vez la pasada Cuaresma en una entrevista radiofónica), es el que nos indica sobre cualquier otro su vinculación con la hermandad del Calvario. Un detalle que no deja dudas sobre color morado del corazón del imaginero, pues fue precisamente con su túnica nuestra Hermandad, la morada que representa el camino de Jesús hacia el Calvario, con la que quiso ser amortajado para su último viaje.

Y así, callada y casi sin notarse, se mostraba en el último Salón Cofrade la túnica de su querida Hermandad del Calvario, en el Stand que recordaba a nuestro vecino. Tras una pequeña vitrina,recordaba a quienes quisieron verla, que Juan Martínez Cerrillo quiso vivir y morir cerca del Señor de la Dulce Mirada, quien se lo llevó desde San Lorenzo vestido de Nazareno con los colores de la Pasión, y con el escudo de Nuestro Padre Jesús del Calvario, siempre cerca de su corazón