miércoles, 7 de septiembre de 2011

La Velá del caimán

El pasado 6 de abril de 2011, el Blog Costaleros del Calvario de Córdoba publicaba una noticia sobre una de las pocas funciones en rogativas que Córdoba ha dirigido a Nuestra Señora de la Fuensanta, celebrada, como se decía en dicha noticia, el 5 de abril de 1874, Domingo de Resurrección.

La Función fue sufragada por el gremio de los hortelanos, siendo el predicador el Sr. Doctoral de la Santa Iglesia Catedral D. Rafael Barberini. Por la tarde se organizó, "totalmente autorizada" según las noticias de la época, una procesión por la siguiente carrera: Carrera de la Fuensanta, Sol, Viento, Mártires, Cuesta de la Pólvora, Arenal a entrar por el callejón de huertas que da al Santuario.

Pero lo que se organizó como función en rogativas se convirtió en función de acción de gracias, pues unas horas antes del comienzo de dicha función comenzó a llover, llenándose el Santuario de cordobeses deseosos por agradecer a la Santísima Virgen su regalo.

Estampa del Santuario de la Fuensanta de Córdoba. Principios del S. XX

En aquella noticia, nuestro amigo SIMON IV dejó el siguiente comentario:

   Esa es la Virgen del caimán, ¿verdad?... Así paga está ciudad estar encomendada a Dios.


Rápidamente tiramos de hemeroteca y nos fuimos a la fuente de la noticia, para buscar la referencia al famoso caimán, con la pena de no haber podido encontrar en la misma la obligada referencia a tan importantísimo talismán, o icono fundamental para Córdoba; tanto, que se convirtió en mascota de todo buen cordobés y/o cordobesista.

Y tal debe ser la incultura cordobesa, arrastrada por las supersticiones religiosas, que haciendo un recorrido por todas las noticias referentes a aquel precioso lugar, otrora extramuros, son pocas las referencias a tan importante momia de la familia Alligatoridae, encontrando, eso sí, infinidad de ellas a las bondades de una pequeña imagen encontrada en un pocito (ni siquiera fue hecha por un reputado artista, por muchos milagros que obrara en favor de quienes la visitaban).

Toda Córdoba conoce perfectamente el origen de la mascota cordobesa, perdón, de la referencia cultural del barrio del Santuario y por extensión de toda Córdoba. ¿Quién no ha escuchado a sus abuelos decir que llegó al Santuario en una crecida del Guadalquivir?, bueno, concretamente después de que lo matara un cojo con su muleta (bendito cojo que salvó a Córdoba de tan infausto inquilino). Por supuesto, nada de veracidad a las teorías de Ramírez de Arellano, totalmente inventadas y sin fundamento, pues ¿Quién puede creerse que llegara a Córdoba enviado por un cordobés desde América?

Y con tan importante suvenir, perdón de nuevo, referencia cultural del barrio del Santuario y por extensión de toda Córdoba, es normal que lo que en su día era la Feria de ganado, con especial interés en el ganado de cerda, celebrada en honor a la Natividad de la Santísima Virgen, se haya convertido en la velá del caimán, que tan importante ha sido desde que apareciera en el Guadalquivir para los habitantes de nuestra tierra.

A fin de cuentas, caimán, lo que se dice caimán, sólo hay uno. Y lo tenemos en Córdoba. Lógico es que algunos vecinos se quejen al ayuntamiento de su pérdida de protagonismo en favor de la imagen de la Virgen, por muy Co-Patrona que sea de Córdoba, pues patronos, lo que se dice patronos... tiene todo el mundo, pero caimanes...

David Simón Pinto Sáez

1 comentario:

  1. Magnífico, espero que con la modificación de las fiestas cambie la mirada de la ciudad hacia la Virgen.

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