DECIMOTERCERA ESTACIÓN
JESÚS EN BRAZOS DE SU MADRE
Te adoramos Cristo y te bendecimos,
Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
El centurión y sus hombres, que custodiaban a Jesús, al ver el terremoto y lo que pasaba dijeron aterrorizados: «Realmente éste era Hijo de Dios». Había allí muchas mujeres que miraban desde lejos, aquellas que habían seguido a Jesús desde Galilea para atenderle.
Nuestra Señora de las Angustias de Córdoba |
REFLEXIÓN:
Señor del Calvario, que después del DESCENDIMIENTO de la Cruz te entregan a los brazos de tu bendita Madre llena de ANGUSTIAS. Te pedimos Madre, por lo que sufriste al pie de la Cruz con tu Hijo cargado en tu regazo, que intercedas ante el Padre, como Mediadora Universal, para que seamos dignos de llevar físicamente su Imagen y por supuesto, llevarlo por siempre en nuestro corazón.
PADRENUESTRO, AVEMARÍA y GLORIA
Señor pequé: Tened piedad y misericordia de mí.
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