viernes, 26 de abril de 2013

Ortega Bru en Córdoba

A través de varias entradas, Costaleros del Calvario ha intentado acercarse a la figura del magnífico imaginero de San Roque, Luis Ortega Bru.

Cristo de la Misericordia del Baratillo. Foto: Hermanos Costaleros de la Piedad del Baratillo


Imaginero que nace en San Roque, Cádiz, en 1916 en el seno de una familia de alfareros, desde pequeño siente atracción por el mundo del modelado. A partir de 1931 comenzará sus estudios de escultura en la escuela de Artes y Oficios de La Línea de la Concepción. Llegada la guerra civil, Ortega Bru pierde a sus dos padres siendo él mismo condenado a tres años por un delito de auxilio a la rebelión.


Tras la contienda, en 1944 se desplaza a Sevilla donde estudiará Artes Aplicadas, comenzando a ser conocido en los ambientes artísticos, sobre todo a partir de su primera exposición celebrada en 1949. En 1952 recibe el primer premio nacional de Escultura por su obra "La Piedad", actualmente en el museo Ortega Bru de San Roque, ingresando este mismo año en la Hermandad de Santa Marta.


Desde 1955 a 1978 trabaja en Madrid, primero en los Talleres Arte Granda y posteriormente en su taller propio, regresando a Sevilla este último año, donde trabajó en el taller de Guzmán Bejarano.

Su obra es prolija, siendo tal vez más su faceta como imaginero en cera para los museos de Madrid y Barcelona una de las más desconocidas; para cuyas exposiciones talló rostros como los de Hitler o El Cordobés.

Sin embargo a nadie se le escapa su autoría en imágenes como Nuestro Padre Jesús del Silencio en el Desprecio de Herodes, tallada en 1980 para la Asociación Parroquial de San Lorenzo Pro-Cultos de Cádiz, ciudad a la que llega el 1 de noviembre de ese mismo año. Sin embargo la imagen no llega a ocupar su lugar en la parroquia de San Lorenzo, debiendo hacerlo durante el primer año en la casa hermandad de la Asociación, sita en la calle Benjumea, por donde muchos devotos pasaban para rezarle. El párroco de San Antonio, consciente de la situación, entabla conversaciones con la Asociación para intentar que cambiasen de sede, a lo que accede ésta a cambio de poder realizar algunas actividades en la feligresía.


En 1981 es bendecida la nueva imagen y trasladada a su nueva sede en la céntrica parroquia de San Antonio, donde recibía culto y desde donde se organizaba el Vía Crucis cada Viernes de Dolores sobre el paso adquirido a la hermandad de Columna y Azotes en 1982, obra del siglo XVIII a la que Guzmán Bejarano añadió respiraderos y candelabros de guardabrisa.

El párroco alentó al grupo de devotos a reorganizar la antigua cofradía de gloria de la Virgen del Patrocinio, a la que debería unirse la futura hermandad penitencial de Nuestro Padre Jesús del Silencio, comenzándose pronto con los trámites. Sin embargo, en 1987 el cambio de párroco de San Antonio truncará todo este proceso, deteniéndose el expediente para la reorganización de la cofradía del Patrocinio y solicitando la entrega a la parroquia de la imagen de Ortega Bru, a lo que se negó la Junta.


Dada esta difícil situación, el Obispo de Cádiz y Ceuta, Monseñor Dorado Soto decreta la imposibilidad de realizar Vía Crucis externos con imágenes que no fueran crucificados (abolido por el obispo Monseñor Antonio Ceballos Atienza en 2001), viviendo la Asociación otro paso atrás en sus aspiraciones. Y por si fuera poco esta prohibición, se firma en paralelo la de crear nuevas hermandades y cofradías en la diócesis, cerrándose cualquier hilo de esperanza para este grupo de devotos de Nuestro Padre Jesús del Silencio.

Sin embargo las situaciones en contra no terminan ahí, pues el párroco de San Antonio amenaza con expulsar a la imagen del templo si ésta no es cedida a la parroquia. La Asociación intenta en un primer momento adherirse a la Archicofradía de la Columna, con sede en la misma parroquia, si bien las negociaciones no consiguen ni este fin ni adherirse a ninguna otra hermandad de la ciudad.


Curiosamente, en los cultos cuaresmales de la Venerable Orden Tercera de Servitas de 1991 predicaba Fray Ricardo de Córdoba, quien enterado de la situación medió para conseguir lo que hoy es una realidad; que la imagen acabara en Córdoba. De esta manera, el 20 de septiembre de 1991 el Obispo de Córdoba, Monseñor Infantes Florido ofrece su aprobación verbal al proyecto, siendo la imagen trasladada a Córdoba tan sólo 5 días más tarde, en concreto a la sede de la Agrupación de Hermandades y Cofradías.

Resuelto el expediente, el 16 de noviembre de 1991 la imagen es trasladada en Vía Crucis a la parroquial de Jesús Divino Obrero.

Hasta aquí la historia conocida, pero ¿Y si Córdoba tuviera una segunda imagen de Ortega Bru? ¿Perdió Córdoba la oportunidad de la misma manera que la perdió Cádiz? ¿Talló el maestro de San Roque alguna imagen para Córdoba?

1 comentario:

  1. deseando que se publique la segunda parte, muy interesante enhorabuena

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