Tribulación y gozo del "capillita" (I)

Algunas veces nuestro ombliguismo cofrade nos impide conocer, valorar y disfrutar de otros aspectos relacionados con la Semana Santa, si ésta no es de nuestra propia ciudad. Pero lo que es más curioso es que este ombliguismo nos impide pensar que todo está inventado, en algunas ocasiones, desde hace mucho.

José Sánchez Garrido publicó el Jueves Santo 10 de abril de 1941 una curiosa noticia titulada Tribulación y gozo del "capillita", que más allá de darnos una pista sobre el origen de este término, para algunos tan denostado, nos abre los ojos sobre lo que para los cofrades jartibles ha representado la Semana Santa en la historia. Y es que este divertido artículos nos muestra el día a día de todo buen cofrade durante una Semana Santa cualquiera en época de la posguerra.

Lo Ignorado de la Semana Santa

Tribulación y gozo del "capillita"

El nazareno que se estima, no descansa en todo el año

Por José Sánchez Garrido

La Semana Santa nos ofrece motivos y peculiares facetas desconocidos por la masa que ocupa palcos y tribunas o se agolpa en las aceras de las calles para presenciar los desfiles de la Cofradías. Porque sin duda toda esa masa que constituye el pueblo ignora los detalles íntimos del desenvolvimiento de las Hermandades: la "vida y pasión " del "capillita", hasta que esas moles de oro, plata, cristal y luz, que son los "pasos" procesionales, salen a las calles y pasan entre el público que les contempla absorto, entre enfervorizado y admirativo.

EL "CAPILLITA"

Y he aquí que nosotros, que también somos "capillitas", hemos vivido con el cofrade o directivo de una Hermandad, esos periodos álgidos de plena tensión nerviosa en los días preliminares de la Semana Santa.

Vamos a entrar, pues, en el seno de una Cofradía, cuyo nombre no hace al caso. Allí nos encontramos con un hermano cofrade, como todos: fervoroso exaltado de su Titular; entusiasta de la Semana Santa cordobesa; ansioso de superarse año tras año en el desfile; de que la "suya" se la mejor...

No crean que la vida de este "capillita" se desliza tranquila y plácida durante el año. El nazareo que en algo se estime no descansa un solo momento desde que su Imagen retoma al camarín, tras el desfile, hasta que de nuevo es sacada en procesión al año siguiente. El lugar, no importa. puede ser en la Sala de Juntas de la Cofradía; en la sacristía de la iglesia donde está constituida; en el rinconcito del café; en el domicilio particular de un hermano; en la calle... El caso esencialísimo es hablar de la imagen, de las reformas a introducir en el exorno, de tanto y tantos proyectos como surgen a cada instante. Así transcurre el tiempo hasta que...

LA CUARESMA, PERIODO INTENSO DE ACTIVIDAD COFRADIERA

Se acerca la Cuaresma. Es preciso organizar unos brillantes cultos. Se convoca entonces, Junta General. Por fin, se acuerda: quinario, triduo, según los casos; predicador que ha de encargarse de los sermones. La imagen es bajada del camarín  colocada en su altar para los cultos. Los hermanos realizan la labor con entusiasmo. La falta de fuerzas es suplida a veces con la voluntad, porque el trabajo no pesa al buen cofrade, si se trata de honrar a la imagen que se venera. Una vez montada ésta, han de ser llamados carpinteros, electricistas... El "capillita" dirige, incansable, hasta que por fin, surge la disposición soñada: un magnífico trono, en cuya cúspide la dulce figura da la Virgen o la silueta trágica de Cristo se destacan sobre el paño morado de la liturgia.