De restauraciones que limpian hasta los nombres

Podría reconocer que las últimas entradas tienen el epicentro en la plaza de los Dolores, no se asuste que efectivamente estamos hablando de la de Capuchinos, pero la actualidad marca el rumbo. Leemos en prensa que el Grupo Sanyer apadrinará la limpieza y mejora del emblemático monumento. Lo celebro.

Cristo de los Desagravios y Misericordias en 1923

Sin embargo comprobamos que debió ser hace mucho, tal vez en una de las primeras limpiezas del monumento, cuando perdió casi definitivamente su verdadera advocación por los múltiples nombres utilizados para dirigirse a la petrea escultura desde casi su origen.

De esta manera, el Cristo de los Desagravios y Misericordias ha llegado a ser nombrado simplemente como Cristo, cediéndole al resto de la plaza, en un ejercicio de sinécdoque que veremos en varias ocasiones, su nombre.

La Plaza del Cristo

Desde luego que es lo más rápido y no faltaría a la verdad, pues acaso pudiera ser considerado el Cristo de Córdoba, toda vez que otros emplazamientos de importancia en la ciudad son coronados por el arcángel protector.

Si ponemos apellidos al monumento, el más común es el de los Faroles. Y tanto.

Cristo de los Faroles

Películas, coplas, postales de viajes y un sinfín de elementos e incluso recuerdos, fotografías y selfies de forasteros llevan este apellido. 

Pero ¿cuántos faroles tiene el Cristo? Pues tantos como apellidos los vascos. Así lo dice La Esfera, y así, no se alarme, ha tenido y tendrá por muy cordobés que sea (aunque, cosas del destino, lo imaginara fray Diego José de Cádiz)

Cristo de los ocho faroles

Hace ya algunos párrafos hablé de uno de los tres tropos; en concreto de la sinécdoque, que es, resumiendo, designar un todo con el nombre de una de sus partes. Pues bien, como piedra angular que ha sido históricamente de los cordobeses, la Virgen de los Dolores ha cedido su nombre no sólo a la plaza, sino incluso al Cristo, el cual podemos comprobar cómo ha sido denominado de los Dolores en alguna olvidada ocasión.

Cristo de los Dolores

Pero no se piense usted que por estar en la plaza de los Dolores, todo tiene que llamarse así, pues en un ejercicio de apretada ucronía, La Voz llegó a describir al Cristo como el de la Agonía, que existe en la plaza de los Dolores.

Casi ná.