sábado, 1 de enero de 2011

Buscando su reflejo

El Gran Poder, en su camarín, una vez que se han cerrado las compuertas de seguridad / JOSÉ ANTONIO RODRÍGUEZ
Los expertos en economía han venido a decir en las últimas semanas que 2011 será, todavía, peor año que el que ayer se fue. La recuperación económica parece que en España no arrancará hasta 2012 de modo que el que hoy comienza será el año en el que al 40% de los parados (casi 2 millones) se les agote el subsidio por desempleo. Que una familia esté en paro es una situación frecuente y difícil de llevar. Pero que a una familia se le acabe el subsidio por desempleo comienza a cobrar tintes de tragedia.

Las hermandades, en 2011, tendrán que volver a dar la cara porque en el año que terminó todas se vieron desbordadas por las carencias de muchos de sus hermanos – y de los que no son hermanos -.

Es significativo que el primer día del año arranque el Quinario del Gran Poder, ese dios de la ciudad al que no le asustaron los golpes de hace 2000 años y, tampoco, los de ahora. Curiosamente, comienzan los cultos en la hermandad cuya bolsa de caridad es todo un ejemplo a seguir. Él, el Gran Poder, mientras la ciudad celebra con uvas y pólvora la llegada del nuevo año anda meditando entre las mamparas que lo protegen cuando el camarín se cierra. Sobre el cristal se ve reflejado como el hombre se mira en el espejo para crecerse en los momentos difíciles.

En este nuevo, año todos deberíamos de reflejarnos en Él. Para muchos es ya el último clavo al que pueden agarrarse.

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