Recientemente, nuestros costaleros corresponsales se desplazaron hasta Sevilla para visitar el paso procesional de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, recientemente restaurado en el IAPH (junto con la Cruz de Guía de la Hermandad), y expuesto en la Sede Social de Cajasol en la Plaza de San Francisco de Sevilla.
En la misma exposición se proyectó el vídeo realizado por el IAPH que se muestra a continuación:
El paso fue realizado entre 1688 y 1692 por Francisco Antonio Ruiz Gijón, en estilo barroco, con la posible colaboración de Bernardo Simón de Pineda.Sin embargo, hasta el descubrimiento en 1929 del propio contrato, el paso, como otras tantas obras del S. XVII, estaba atribuido a Juan Martínez Montañés.
A esta obra podríamos dedicas varias entradas en este blog, aunque hoy destacaremos un par de detalles que a buen seguro llamarán la atención por lo desconocido que resultan.
El paso, si bien debió ser concebido para ser iluminado por faroles, en 1858 se le colocan, a la moda de la época, cuatro candelabros tallados con sus guardabrisas, que son de nuevo sustituidas por cuatro faroles e plata de 1908 (dorados en la Semana Santa de 1909), obra del Taller de Ramón León en Córdoba, e inspirados en los que en 1765 el cordobés Damián de Castro hizo para la Hermandad del Santo Entierro de Écija (Sevilla).
En 1969 se le añadió al paso, sobre los respiraderos, un moldurón tallados y dorado por Manuel Guzmán Bejarano (autor del paso de Nuestro Padre Jesús del Calvario), con maniguetas de madera de Guinea en su color.
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