martes, 26 de febrero de 2013

Las manos del Gran Poder

¿Cómo lleva dispuestas sobre la cruz sus manos el Gran Poder? Esta pregunta nos surgió a partir de una fotografía de una lata de membrillo...


¿Es la mano derecha la que queda por encima de la izquierda, o es al revés?

Tirando de hemerotecas y libros antiguos, comprobamos que la respuesta no es única. Con las


Esta antigua estampa nos lo mostraba con la mano derecha bajo la izquieda. Por su parte, durante la salida de 1914 era la mano izquierda la que se mostraba sobre la derecha

Salida Gran Poder 1914. Fotografía: Entre Huelva y Sevilla
En la portada de 1935 que Costaleros del Calvario ha publicado recientemente, comprobamos que de nuevo es la mano derecha la que se muestra por encima.


Al contrario de lo que comprobamos en una fotografía actual, donde de nuevo es la izquierda la que está más cerca de su rostro.

Sin embargo, tal vez la fotografía que más nos ha llamado la atención es la encontrada en un libro publicado por el presbítero don Manuel Serrano y Ortega en 1898 y titulado Noticias Histórico Artísticas de la Sagrada Imagen  del Señor del Gran Poder. En el mismo el Señor se muestra prácticamente con las manos una sobre otra, tal y como se muestra en la siguiente fotografía:


3 comentarios:

  1. Respecto a la posición de las manos en un Nazareno, nosotros en el Calvario siempre hemos considerado que la postura más natural sería la mano izquierda sobre la derecha, pues así el Señor con la izquierda más levantada se sujetaría más la cruz hacia el interior de su hombro y su cara, de lo contrario las fuerzas contrarias de la derecha arriba y la izquierda abajo harían que la cruz saliera hacia afuera del hombro.

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    1. La proyección de está postura sería la que muestran imágenes como el Nazareno de Córdoba, con la izquierda por encima del crucero de la propia cruz, ¿no?
      Gracias Fernando

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  2. Yo, como comentamos acerca de esto en una de nuestras tertulias, sigo apoyando la teoría de que el cambio de posición se debe a más bien el capricho del vestidor en su momento. Sin embargo, el razonamiento que expone magistralmente Fernando es muy acertado.

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