Una de las catorce parroquias que el Rey Santo creó en Córdoba tras la reconquista en 1236 y más en concreto, una de las siete creadas en la Axerquía, fue la parroquia de San Nicolás y San Eulogio, llamada de la Axerquía para distinguirla de la parroquia de San Nicolás (de la Villa), si bien nunca cupo confusión por estar la de la Villa dedicada a San Nicolás de Bari.
Fuera como fuese, esta antigua parroquia, ya desaparecida, vivió momentos de verdadero explendor, habiendo contado con hermandades de Ánimas del Purgatorio (fundada en 1649) y Santo Sacramento (antigua hermandad de Nuestra Señora de las Huertas, con limpieza de sangre), y habiendo sido la sede de la hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Oración en el Huerto, quien según las crónicas de Ramírez de Arellano, se presentaba a sus fieles en un altar propio (erigido según inscripción en el propio frontal en 1708) y cubierto por una gran urna.
Diversas imágenes dentro del templo, hoy prácticamente olvidadas, contaron también con hermandad propia, como fueron las imágenes de Nuestra Señora del Rosario, San José o Santa Lucía.
En la misma parroquia existió la Hermandad de Nuestra Señora de Loreto, y dentro de los lindes de la parroquia se encontraba igualmente el hospital de la Caridad, germen de la actual hermandad de la Caridad de San Francisco y San Eulogio, así como el Convento franciscano de San Pedro el Real, donde se rendía culto a al Señor de las Penas, actual imagen de Nuestro Señor Amarrado a la Columna.
Desgraciadamente en 1877, muy poco después de los paseos por Córdoba de Ramírez de Arellano, el templo se cerró definitivamente, trasladándose la parroquia al convento de San Pedro el Real, y convirtiéndose en la Parroquia de San Francisco y San Eulogio, tal y como la conocemos hoy.
Todo lo anterior, lárgamente conocido por los seguidores de este blog, nos sirve para acordarnos de otro hecho algo menos conocido pero igualmente curioso. Corría el año 1727 y más en concreto el día 7 de febrero, hace hoy 285 años, cuando nuestro querido Obispo Marcelino Siuri, bendice las obras que se llevaron a cabo precisamente en este templo de San Nicolás y San Eulogio; obras que alcanzaron la cifra de 4.000 ducados, sufragados íntegramente por el obispo ilicitano.
Local de la antigua parroquia de San Nicolás y San Eulogio de Córdoba, en el Paseo de la Ribera |
Hoy, el local que ocupara la parroquia de San Nicolás y San Eulogio presenta el lamentable aspecto que muestra la siguiente fotografía aérea, si bien su recuerdo, así como el de nuestro omnipresente Obispo Siuri, quedará por siempre en las crónicas de esta ciudad que tan rápidamente olvida.
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