martes, 24 de enero de 2012

Una vida para dos

Con este precioso título El día de Córdoba publicó recientemente varios artículos en los que contaba la historia de un matrimonio de Villa del Río, cuya historia es digna de un lugar preferente en este blog. La historia de Consuelo Matas y Juan Antonio Herencias comenzó hace 17 años, cuando decidieron casarse; o tal vez hace alguno más, cuando se conocieron. Sin embargo, sus vidas comenzaron a vivir un peculiar calvario cuando hace 15 años, los riñones de Juan Antonio comenzaron a mostrar algunos problemas.

Los textos completos de esta historia, se pueden leer en los siguientes enlaces:

El desenlace de esta historia es un final de amor inmenso, pues Consuelo decidió donar a su marido uno de sus riñones, liberándolo para siempre de la condena que supone la tan temida diálisis. Este final es el único que puede darse en una familia, pues como la misma Consuelo dijo a su marido en alguna ocasión: "Si tú estás enfermo, tanto yo como nuestras hijas también lo estamos".

Y curiosamente (aunque ya todos sabemos que las casualidades no existen en esta vida), en el álbum de fotos de estas noticias (Álbum), nos encontramos una fotografía que nos da la pista del tesón de esta familia y sobre todo de amor de Consuelo por Juan Antonio; tanto en el teléfono de él, como en la cocina del hogar familiar, la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Villa del Río está presente.

Imagen de escritorio del móvil de Juan Antonio
Cocina del hogar de Consuelo y Juan Antonio
En el hospital Reina Sofía de Córdoba, quirófano número 8, se fraguó un milagro que comenzó mucho tiempo atrás, cuando Consuelo y Juan Antonio decidieron el día de su boda, hacer partícipe a Nuestro Padre Jesús Nazareno de Villa del Río de su matrimonio.

Enhorabuena y gracias por su ejemplo.

Nuestro Padre Jesús Nazareno de Villa del Río.




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