miércoles, 14 de marzo de 2012

Noticiero cofrade

Recientemente han aparecido dos noticias que nos han hecho reflexionar. La primera de ellas es la publicada el pasado 10 de marzo de 2012 en El Día de Córdoba bajo el titular "Unos ensayos poco turísticos". Según dicha noticia, el Área de Movilidad de Ayuntamiento de Córdoba denegó los ensayos de varias cofradías céntricas por afectar a la imagen que de la ciudad se ofrece al visitante.

Es curioso...

Hay ciudades, no muy lejanas, donde los ensayos de costaleros son un verdadero acontecimiento. Se cortan calles enteras para que se reúnan los costaleros, igualen, se preparen para que la Semana Santa sea todo un evento a nivel nacional e internacional; y ya que algunos se empeñan en llevarlo todo a lo económico, solamente en aquellos momentos, el volumen de negocio de los locales adyacentes se incrementa puntos enteros.

Claro, eso por no hablar de los ensayos en sí. En aquellas ciudades de las que hablábamos anteriormente, paradigma del ombligismo más feroz a los ojos de todo buen cordobés, aunque claro, así les va y así nos va a nosotros, hay verdaderas excursiones para ver los ensayos de algunas cuadrillas. Sin importar el día de la semana o la hora en la que se desarrollen, las cuadrillas de curiosos cangrejeros se agolpan alrededor de las mesas de ensayo para ver qué novedades habrá este año en la manera de andar, acompañar a un primo, hermano, novio o marido. O ver simplemente el ensayo, sin conocer a nadie en concreto.

Es algo conocido que desde localidades cercanas (o no tanto) se desplazan coches para ver ensayos, y muestra de ello es la cantidad de vídeos colgados en la red de ensayos (no sólo de las salidas), así como los grandes acompañamientos de curiosos cangrejeros que se pueden ver en ellos. Pero más curioso es, aún, la cantidad de curiosos que, encontrándose dichos ensayos de repente, sacan su cámara de fotos o de vídeo, y se intentan llevar un recuerdo de aquella "aparición" para intentar explicarlo de regreso a sus lugares de procedencia. En aquellas ciudades de las que antes hablábamos, tan ombligueras ellas, han conseguido que no sólo se entienda qué es un ensayo, sino que incluso han conseguido que haya quien los busque por el mero hecho de considerar que ese acto es parte de la cultura de aquel pueblo.

Y para ello, en contra de esconder a costaleros y mesas de ensayo, les han facilitado su labor, incorporándolos a la vida cotidiana, dejándoles que mimeticen con las calles, con los balcones, pero sobre todo con sus vecinos.

Pero aquello sólo pasa en las ciudades que se creen que son el ombligo del mundo. En las ciudades que sólo quieren lo mejor para ellas y que, no importándoles lo que opinen de ellas, hacen alarde de sus torrijas, de sus buñuelos de bacalao, de su olor a incienso, de orgullo patrio... y que "son tan pesados" con ello, que incluso están consiguiendo que los demás pensemos que efectivamente es patrimonio suyo, y no de todos los que históricamente lo considerábamos también nuestro

Qué curioso...

Y claro, como han tenido la suerte de que "a la gente" le ha dado por ir a ver su Semana Santa... se han creído que sus grandes cortejos, su repercusión a nivel nacional e internacional, su enorme número de talleres de bordado, talla, orfebrería, su incrementos en el número de empleos durante casi 10 días en plena primavera, camareros, coches de caballos, hoteles, souvenirs, promoción de la música, conservatorios... tiene algo que ver con todo ello... Como si la gente no hiciera lo que le apetezca, sin tener que trabajar para que todo salga bien.

En fin, es curioso...

Y la segunda noticia, también publicada en El Día de Córdoba el pasado 12 de marzo, es aquella que se titulaba "Exigen medidas a la Junta para evitar procesiones en los colegios". Anda... qué curioso... No sabíamos que se obligara a los niños a hacer estos cortejos a la fuerza. Suponemos, tras leer la noticia, que las Asociaciones de Padres que colaboran cosiendo, bordando y ayudando en todo lo que se pide, lo hacen coaccionados por los colegios bajo amenaza de poner a sus hijos en la puerta de la calle si no colaboran. 

Es lógico que se prohíban estas declaraciones públicas de cultura andaluza (si no recordamos mal, no existe este tipo de procesiones fuera de Andalucía, por lo que claramente es cultura andaluza), pues poco a poco habrá que dar cabida a las que sí se están imponiendo de manera consensuada por toda la sociedad como lo es por ejemplo Halloween (sí, hombre, lo de los disfraces. No, eso es el carnaval. Los otros disfraces...). O que, ya que estamos poniendo las bases para una sociedad más justa, se intenten solapar las fechas de Carnaval y Cuaresma, haciendo alarde de un verdadero sentido histórico del origen de cada manifestación, para que así todos puedan convivir (por cierto, el Carnaval es una fiesta religiosa, previa a la Cuaresma, celebrada por los católicos incluso a través del Triduo de Carnaval, con baile de seises incluidos; seises que tal vez obligados por la jerarquía religiosa a bailar para ellos. Por todo ello tal vez se debiera eliminar también al Carnaval de las calles y plazas de nuestra ciudad).

En fin... curioso...

Nosotros, verdaderos inconscientes, seguiremos pensando que las cosas hay que fomentarlas, trabajarlas y enseñarlas, por lo que a riesgo de ser censurados, seguimos pensando que De tal palo...

2 comentarios:

  1. Con la de cosas que hay que hacer en los ayuntamientos y en los colegios. Estamos rodeados de tristes.

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    1. Muchos son los llamados, Rafa, y pocos los elegidos. Todo el mundo tiene la puerta abierta a disfrutar de la fe, de esta o cualquier otra manera, pero no todos la cruzan...

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