Hasta hoy, nunca habíamos convertido en entrada un comentario a una entrada anterior. Sin embargo, por la belleza y sinceridad de las palabras de nuestro hermano Antonio Santiago en relación a la entrada del pasado 17 de octubre de 2011 titulada Nuestro Padre Jesús del Silencio en 1992, nos hemos decidido a darle el lugar que merece en el blog, para que todos puedan compartir con Antonio la devoción que siente por Jesús, en este caso representado en la imagen de Nuestro Padre Jesús del Silencio en el desprecio de Herodes.
Por cierto, Antonio, de nuevo he de decirte que, sin vernos y sin ser conscientes de que aquel episodio lo estábamos viviendo juntos, nuestra fe nos unió en el interior de San Francisco aquel Domingo de Ramos de 1992. Yo un joven incensario de María Santísima de la Candelaria; tú, un flamante incensario de Nuestro Padre Jesús del Silencio. Como siempre decimos en este blog, sin duda "las casualidades no existen".
Muchas gracias por esta publicación, que recuerdos¡¡¡¡¡. Mirad el pasado 25 de septiembre, se cumplieron, 20 años de que el Señor del Silencio llegó a Córdoba. Y sus devotos gaditanos y sus devotos cordobeses, lo celebramos con una misa en la Capilla de la Agrupación de Cofradías, que fue donde llegó aquel día. Yo soy cofrade gracias a la Hdad. del Amor, aunque mi vida cofrade la viva ahora junto al Señor de los Señores, pero mis experiencias vividas allá en el Campo de la Verdad, no se olvidan. Seguidamente, comparto con vosotros lo que yo vivi aquel día, en que "el que va vestido blanco" llegó a tierras califales:
""Hace 20 años, yo era un meco, yo casi no me enteraba de nada. Si es verdad que yo partía con ventaja, porque mi padre era el Hermano Mayor de la Hdad. del Amor. Yo oía comentarios en mi casa, que si venía un Cristo, que si nos lo regalaban, pero yo no daba crédito, ni sabía lo que aquello suponía.
Pero llego el 25 de septiembre de 1991, creo recordar que era un miércoles, y llegó aquel camión a la Puerta de la Residencia de Jesús Nazareno, (providencia del Señor, que parará en aquel lugar, que tan importante ha llegado a ser y es en mi vida). Cuando abrieron aquel camión y se vió al Señor, eso jamás lo olvidare, la pequeña procesión por la calle Isaac Peral, la Eucaristía en aquella capilla, el trasiego de cofrades asombrados por lo que se está viviendo. Aquel día quedó grabado en mi memoria, aquel día nació una unión y un amor que hoy todavía dura, a pesar de que a muchos les moleste, de un grupo de gaditanos y de un grupo de cordobeses, que ya son hermanos. Aquel día nació la devoción cordobesa al Señor del Silencio. Después de este día vinieron las Misas de los Sábados ante su mirada, los rezos, etc... hasta que llegó el 16 de noviembre que por fin el Señor llegó al Cerro.""
Y sobre aquel Domingo de Ramos de 1992, tengo recuerdos contradictorios, recuerdos alegres y recuerdos tristes. Yo iba de incensario delante del Señor del Silencio, íbamos muy felices, por ver por primera vez al Señor del Silencio por las calles de Córdoba. Pero llegamos a la fuente de la calle de la Feria, y un tobillo del Señor se deterioraba, y había que refugiarse en San Francisco, fue un dolor tremendo a pesar que yo con mis once años no me daba cuenta de lo que realmente estaba pasando. Fue doloroso, pero la Cofradía tuvo que seguir su Estación de Penitencia, dejando a nuestro "nuevo tesoro" en San Francisco. La gente del Silencio siempre le estaremos agradecidos a la Parroquia y a las Hdades. de San Francisco y de manera especial a la del Huerto. Recuerdo cuando llegamos al Cerro y encontramos al Señor en su capilla, aquel día fue la segunda vez que mis ojos derramaban lagrimas de emoción. (La primera fue cuando el Señor piso por primera vez el barrio del Cerro, luego vinieron muchas, en su primera Estación de Penitencia completa, la primera vez que lo lleve en mis hombros, etc...).
Este año, para la gente del Silencio, es un año importante, es un año donde estamos celebrando muchas vivencias vividas durante 20 años, pero sobre todo que hace 20 años que Córdoba se inundó de Silencio de Dios.
Muchas gracias por la publicación, recordando estas cosas, habéis hecho que me vuelva a emocionar, un abrazo.
Nuestro Padre Jesús del Silencio en 1992 |
Gracias a tí, Antonio.
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