lunes, 31 de octubre de 2011

Las devociones del corazón

Sería bastante largo hacer un recuento de las fotografías que se han publicado en este blog en los más de dos años de largo itinerario por la red. Muchas de ellas nos habrán hecho ilusionarnos por lo que se estaba a punto de vivir o por lo que ya se vivió. Algunas otras nos habrán hecho sonreir, y otras tantas, ser conscientes de nuestro amor por los Titulares que llevamos en el corazón.

Sin embargo, existen fotografías que superan al resto, tanto por lo irrepetible del momento que captaron, como por lo que representan. Existen fotografías que nos hacen contemplarlas en silencio, intentando no perdernos detalle de todo lo que aparece en ellas. Existen fotografías que nos hacen querer haber vivido en primera persona aquel momento, y que lejos de quedar almacenadas en nuestra memoria, quedan grabadas para siempre en nuestro corazón.

Gracias a lo pesado que soy durante todo el año y abusando de la amistad que me une con cofrades de las ocho provincias, suelo recibir los típicos "libritos" de Semana Santa, programas de itinerarios, boletines de hermandades, carteles y demás material cofrade durante todo el año y de las 8 provincias (sin perjuicio de algunos regalos extradespeñaperros). Y fue precisamente hace unos días, cuando mi querido amigo Manuel Caballero me hizo entrega de su recolección anual 2011 por tierras jerezanas (por cierto, gracias Manolito).

Varios programas, todos nuevos para mí, y entre ellos, la revista SEVILLA NUESTRA (edición primavera 2011). En ella, casi de los primeros artículos, un artículo titulado "Sin ti no ven mis ojos", dedicado a la Beatificación de Sor Purísima el pasado mes de Septiembre de 2010. Y justo allí, entre columnas de testimonio y publicidad, me encontré con la siguiente fotografía (obra de Eugenio Borrego)

Amargura rodeada de las Hermanitas de la Cruz. Foto: Eugenio Borrego

La fotografía me recordó a nuestra visita el pasado mes de diciembre al Convento de la Encarnación de Córdoba, y más concretamente al momento en el que las hermanitas nos explicaban lo que significó para ellas tener a Nuestro Padre Jesús del Calvario en su convento tras su última restauración.

Amargura ante las hermanitas de la Cruz. Foto: Eugenio Borrego

Jamás ninguna imagen fue tan mimada como cuando entró en un convento. Y para muestra, el rostro de las hermanitas de la Cruz de la primera fotografía y aquellos que vimos en la Encarnación hace casi un año.

1 comentario:

  1. a ese eugenio borrego creo que lo conozco. tiene 21 años, verdad?

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