Como todos recordaremos, en diciembre de 1979, la iglesia de Santiago fue consumida por un tremendo incendio. A falta de tan sólo 3 meses para la Semana Santa, el paso de Cristo (custodiado a los pies del templo fernandino), así como los respiraderos del paso de palio, se perdieron para siempre.
Cristo de las Penas en 1976 con sus típicos hachones |
Afortunadamente, las imágenes no sufrieron daños de gravedad, si bien las imágenes de la Virgen y San Juan debieron pasar por el taller del imaginero Juan Ventura.
La imagen del Señor debió procesionar durante dos años sobre unas parihuelas, ofrecidas para la ocasión por la hermandad sevillana del Museo (Cristo de la Expiración y María Santísima de las Aguas). El Domingo de Ramos de 1982 se estrenaría el nuevo paso, para el cual se tardarían 2 años más en terminar su primera fase.
Cristo de las Penas sobre las parihuelas de la Hermandad del Museo de Sevilla. Domingo de Ramos de 1980 |
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