A las diez de la mañana, la Hermandad de los Dolores comenzaría a entregar las túnicas a todos aquellos hermanos que las tuvieran solicitadas. Posteriormente, durante el Lunes, Martes y Miércoles Santo, entre las 15:00 y 16:00 horas, se haría entrega a los demás cofrades que deseasen asistir al "desfile" del Viernes Santo.
El mismo domingo, en la iglesia de los Padres de Gracia estaría expuesta la imagen del Santísimo Cristo de Gracia, que aparecía entre flores y luces en el altar mayor, rodeado de banderas españolas y de la F.E.T. Los fieles que desfilaron delante del altar, pudieron besar los pies del crucificado, que estuvo expuesto en devoto besapiés desde las diez de la mañana hasta primeras horas de la noche. Y al igual que haría la hermandad de los Dolores, también se repartirían las túnicas para el "desfile" del Viernes Santo, lo cual fue anunciado en prensa por el Secretario, don Joaquín Aguilar, con el visto bueno del Hermano Mayor, don Luis Merino del Castillo.
Santísimo Cristo de Gracia. Años 20 del S. XX |
La novedad más notable de aquella Semana Santa de 1938 se produjo en el Hospital de Jesús Nazareno, donde se verificó igualmente el besapiés a la milagrosa imagen titular de la hermandad, desde las 15:00 horas. La imagen llevaba túnica bordada y sobre los hombros descansaba la cruz de plata que durante muchos años no se había exhibido. Este hecho es de una importancia vital, pues denotaba la vuelta a la "normalidad" cofrade tras los tiempos convulsos por los que había pasado (y estaba pasando) Córdoba. Igualmente estaban expuestas las andas de plata de Jesús Nazareno (entendemos que las crónicas se refieren a la peana de plata), candelería y demás objetos del mismo metal, que aún siendo propiedad de la hermandad, custodiaban las hermanas hospitalarias del Hospital de Jesús Nazareno. Don Rafael Sánchez era el hermano mayor de la corporación nazarena, la cual vivía la concesión por parte del Obispo de Córdoba de 50 días de indulgencia a quienes asistieran al besapiés de su titular.
El Señor delos Señores, que nunca más nos falte en cada Semana Santa caminando hacia la Santa Iglesia Catedral, incongruencia de nuestra Semana Mayor.
ResponderEliminarRafa, pues se encuetra en dicha situación precisamente porque es el Señor de los señores. Al haber impedido aquellos señores la participación en la Hermandad de todos aquellos que no tenían limpieza de sangre, títulos y demás prorrogativas, al decaer la burguesía en beneificio de la clase media y del pueblo llano, nadie quería pertenecer entonces a ella, pues habían arrimado sus devociones a otras imágenes, en muchos casos, incluso cercanas físicamente al hospital (San Lorenzo, San Agustín, Santa María de Gracia, Santa Marina, San Andrés...)
EliminarEs la historia que se repite en toda Andalucía con las hermandades ligadas a la nobleza, hermandades de las 100 luces, etc., que han sido las últimas tras siglos de esplendor.
¿Qué hermandad de Córdoba tiene una peana y una cruz de plata?
Por eso mismo, si usted me lo permite, diría Señor de los señores (esta última palabra en minúscula) pues utilizaron la devoción en beneficio propio, y no en beneficio de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Han sido una verdadera lección de historia de nuestra Semana Santa estas entradas de aquel díficil año de 1938. Interesantes y didácticas para ayudarnos a conocernos mejor y no volver a repetir errores.
ResponderEliminarCuriosamente, David, el auge de las cofradías en nuestro siglo XX se produce cuando llega la libertad y no se tratan de imponer las creencias a toda costa.
No fueron precisamente brillantes los años cincuenta y sesenta.
Recuerdo el desprestigio de todo lo que se relacionaba con las hermandades y el enorme desafío que suponía el simple hecho de vender una papeleta de lotería.
Deberemos estar atentos los cofrades para no perder el norte y seguir más de cerca los pasos que nos marcó Jesús con su cruz camino del Calvario.
Gracias por toda esta información y por vuestras opiniones.
PPV
Efectivamente, PPV, imponer nada más que lleva a la represión, que a la postre, sólo trae malas consecuencias.
EliminarAfortunadamente, yo no viví aquella etapa, aunque lo cierto es que aún hoy en día, vender papeletas, decir que vas a la hermandad, o dar gracias a Dios públicamente por algún acontecimiento bueno (como es levantarse cada día), sigue siendo motivo de mofa por algunos modernos que entienden que la religión está pasada de moda. Pasada de moda... como si Jesús hubiera vestido de Hugo Boss.