miércoles, 2 de junio de 2010

Paseos por San Lorenzo (Episodio XXIV: El Cristo de Gracia y otros altares)

Al describir don Teodomiro el interior del Convento de los Padres de Gracia, llega al apartado del titular de la Hermandad del Cristo de Gracia de la siguiente manera:


Sigue otra capilla, también con media naranja, y en sus arranques cuatro lunetos con pinturas, que sin duda no fueron hechas para aquel espacio, mayor que ellas. En el frente hay un mal retablo con camarín, y en él la imagen del Santísimo Cristo de Gracia, de tamaño colosal, donada al convento en 1618 por Francisca de la Cruz, viuda de Esteban Fernández de la Cámara. Es de una madera de poquísimo peso, y hecha en la Puebla de los Ángeles; la cruz es más moderna. Esta escultura se hizo para colocarla en sitio más elevado.

Casi a los pies de la iglesia y en el mismo lado hay otro altar con camarín, donde se ve una especie de tabernáculo y en él una imagen de la Virgen que titulan Nuestra Señora de Gracia. Dicen ser la titular de esta casa, pero es un error, pues ésta es otra que hay en la sacristía y que revela su antigüedad. Frente se ve un retrato del fundador, beato Juan Bautista de la Concepción, y por bajo esta décima: Bajo este muro sagrado /por su suerte venturoso, /estuvo el cuerpo dichoso /de su fundador guardado: /aquí fue donde invocado /el Beato Concepción, /lograron sin restricción / remedio en todos los males, / cuantos en casos fatales / imploran su intercesión.
Toda la iglesia está por bajo embovedada, y en el lugar que corresponde a la anterior décima existe el sepulcro donde estuvo el cuerpo del fundador, hasta que beatificado se sacó y puso como reliquia en el altar antes expresado. Hay un buen coro alto y una extensa sacristía, baja de techo, con zócalo de azulejos, algo destruidos, y un altar donde está la primitiva Virgen de Gracia y dos esculturas de mármol blanco. En los lados hay dos grandes espejos rodeados de primorosa talla dorada.
La capilla mayor es patronato de los duques de Almodóvar del Río, como descendientes de don Pedro Arias de Acevedo, que lo adquirió. También se veneran en esta iglesia los cuerpos de San Esteban y San Valerio, que donó a la orden el papa Urbano VIII.
Varios son los frailes de este convento que adquirieron gran fama de buenos predicadores, pero sólo nos creemos en el caso de mencionar al venerable padre fray Luis de la Santísima Trinidad, que falleció en 1649, dejando impresas dos obras tituladas Noche y día del alma, de que hemos oído algunos elogios.

Es curioso que a finales del S XIX, se pensara que el Santísimo Cristo de Gracia, estuviera tallado en madera de poco peso...

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