Cuando alguien ve que su hija, con poco más de un año, se coge al tambor con el pie izquierdo, aún a pesar de las interrupciones maternas... se da cuenta de que por las venas corre algo más que sangre...
No te preocupes que cuando tenga la edad... saldrá de mantilla... que para coger costales ya estáis vosotros. Por cierto, Guti, no sé cómo lo verás en Córdoba, pero aquí que se ve con el izquierdo todo el tiempo (repito que a pesar de la madre...).
Ole mi niña!!
ResponderEliminar...y la mía, no? Que desde luego ahí si que no hay duda, je, je...
ResponderEliminarPero Pilar, ¿esa niña no era hija mía?
ResponderEliminarOuuu como se nota que lo lleva en la sangre...
ResponderEliminaranda que va a dejar de caer en el izquierdo la niña...
¡¡¡Pá comérsela!!!
ResponderEliminarNo es por nada, pero al final se coge con el derecho, jeje. Aparte de eso apunta maneras para pedir hueco en un palio al otro lado del Betis.
ResponderEliminarNo te preocupes que cuando tenga la edad... saldrá de mantilla... que para coger costales ya estáis vosotros.
ResponderEliminarPor cierto, Guti, no sé cómo lo verás en Córdoba, pero aquí que se ve con el izquierdo todo el tiempo (repito que a pesar de la madre...).
Es verdad jajaja la pierde la madre pero pega una pequeña camballa y se vuelve a coger con el izquierdo...jajajajaj
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