I Cartel Blog Costaleros del Calvario

Amanecía un día lleno de luz. Las nubes dejaron paso a un sol pregonero de lo que a través del rosetón de la Parroquial de San Lorenzo Mártir se podía inturi. Nuestro Padre Jesús del Calvario se mostraba orgulloso en Solemne y Devoto Besapiés, y cerca de éstos, los más pequeños de San Lorenzo se acercaban, llevados por sus madres, para recibir la primera bienvenida del más antiguo de los vecinos.

Humilde y humillado bajo la escuadra de su cruz, Jesús del Calvario acepta calmo su sentencia, pues aquella que le condenó a portar su Cruz camino del Calvario, fue la misma que el domingo reunía a sus hijos bajo sus pies, para besarlos y sanarlos, quintaesencia de nuestra fe, y borrar así de ellos cualquier marca de humana pesadez.

Pasaban las una y media del domingo 20 de marzo de 2011 y a sus pies, los devotos del Calvario nos volvimos a reunir para demostrarle nuestra fe; costaleros, hermanos, miembros de la Junta de Gobierno, curiosos, devotos... y entre nosotros y Él, un silencioso atril que aguardaba su momento para desnudarse, y desprendido de su morado terciopelo, glorificar con tan sólo un instante, con aquel primaveral recuersdo, el camino del Calvario de nuestro Nazareno.

Y sólo cuando desde lo alto de su improvisado altar Él comprobó que no faltaba nadie, permitió que se comenzara a desgranar, poco a poco pero siempre de frente, la presentación del I Cartel de sus costaleros.

Y para ello, un magnífico presentador. Aquel que cada Miércoles Santo anuncia tu llegada con su su voz y que si fue elegido para que te guiara por Córdoba, Señor, elegido quedaba para ésta, tu presentación.

Tras él, don Luis Molero recitó unos versos escritos por don Juan Ariza y dedicados a la salida del Señor del Calvario.

Después, el silencio.

Y de entre el público, emergió quien se convertiría en nuestro exaltador particular; nuestro pregonero. Aquel que creó este blog y que no contento con ello, me permitió hacer mío aquel que al principio era sólo su proyecto. Aquel que no sabe decir que no a quien viene en nombre de Dios, y que desde la Corredera, Socorro o Djibuti, siempre nos ha demostrado que es al mismo Hijo de Dios a quien siempre lleva dentro.

Don Rafael Gutiérrez Cuyar, presentador pero sobre todo Costalero, se acercó al atril. Y desde allí nos saludó a todos antes de comenzar; para que nadie se sintiera extraño, porque nadie es forastero en San Lorenzo.

Con la tranquilidad de los viejos costaleros nos presentó un cartel lleno de recuerdos, muchos de ellos añejos; todos impregnados de incienso. Y agarrado al ferroso atril, sus palabras se cobraron las lágrimas que todos , aún sin saberlo, guardamos dentro, pero que ya desde entonces, quedaron impresas por siempre en el cartel de los Costaleros.

No creo que se pueda decir tanto en tan poco tiempo, Rafa. Ni hacernos sentir parte de un cartel que mostrando a Dios andando por Córdoba, por nuestro Realejo, nos permite vernos reflejados en él; "yo estaba allí", "yo este momento lo recuerdo", "sí, es el momento de mi relevo".

Y aunque dijeras hasta la saciedad que no mereces nada, y lo dijeras, sabemos que de corazón, mereces que este cartel sea recordado como el de Guti, aunque con el permiso de su autor, nuestro querido José Ramón; porque el domingo demostraste que eres nuestro hermano, nuestro costalero... pero sobre todo, quien a través de la creación del blog, a Jesús Camino del Calvario a muchos de nosotros nos mostró.

Y ya para terminar, don Luis Molero nos recordó las palabras con las que don Antonio Javier Guillaume Sepúlveda anunciaba la llegada del Señor de la Dulce Mirada, en su pregón a Córdoba y su Semana Santa, aquel 20 de marzo de 2010; hacía justo un año entero.