Procesión del Corpus Christi en Córdoba (II)

Como continuación a la entrada del pasado domingo 10 de junio de 2012 titulada Procesión del Corpus Christi en Córdoba (I), y con la intención de seguir aprendiendo sobre una de nuestras fiestas más importantes en Córdoba a lo largo de su historia, hoy compartimos varias noticias publicadas el martes 16 de junio de 1908, tan sólo dos días antes del Jueves de Corpus.

La primera de ellas es un bando de la Alcaldía Constitucional de Córdoba, que dice lo siguiente:

A las seis de la tarde del jueves inmediato, 18 del que rige, deberá salid de la Santa Iglesia Catedral la solemne procesión del Santísimo Corpus Christi, en la que se expone a la veneración pública el sagrado misterior de la Eucaristía.

Con tan señalado motivo me prometo de la cultura y circunspección ofrecida siempre por este vecindario que en tan solemne acto ofrecerá nuevo testimonio de sus religiosos sentimientos, contribuyendo a su mayor esplendor con el cierre de las tiendas y talleres y exornación con colgaduras en las fachadas de las casas enclavadas en el trayecto que la procesión ha de recorrer e iluminándolas las vísperas, por cuyas calles queda prohibido el tránsito de carruajes y caballerías durante la tarde del expresado día, a fin de evitar que por esta causa pueda alterarse la compostura y respeto que requiere aquella religiosa festividad.

Córdoba 16 de junio de 1908. Antonio Pineda.

La segunda noticia, publicada dentro del apartado Gacetillas, decía lo siguiente:

Ayer empezaron los trabajos para la instalación del altar que luce, durante la velada del Corpus, delante de la fachada de las Casas Consistoriales.

Para finalizar, justo al lado de esta "gacetilla", nos encontramos con otra igualmente curiosa, que decía así:

 Cogida de "Lagartijo"- En la corrida de toros celebrada anteayer en Zaragoza el diestro Lagartijo, al dar una verónica al tercero, fue cogido y volteado aparatodamente, resultando con un varetazo de carácter leve en el costado izquierdo, que le impidió continuar la lidia. El doctor Ledesma, médico del Rey, le visitó en la enfermería de la plaza por encargo del Monarca.