Cuando una sociedad se acerca a un periodo de recesión económica, una de las principales medidas económicas tomadas, tanto a nivel institucional como a nivel doméstico, suele ser la contención del gasto. El acopio de recursos, tanto materiales como financieros, nos dan la seguridad que dicho momento de "crisis" (menudo palabro tan manido) nos resta. Sin embargo, y aunque con este ahorro intentemos estar seguros de que podemos capear el temporal, también lo estamos de que esa diferencia entre nuestros ingresos y nuestros gastos es TODO lo que tenemos. Es decir, no pierdo pero tampoco gano: Virgencita, Virgencita que me quede como estoy...
Sin embargo, si nuestros ahorros los invertimos en un proyecto, tenemos la posibilidad de poder multiplicar dichos recursos y conseguir más de lo que invertimos; de ahí que hayamos invertido, y no gastado, pues la inversión siempre cuenta con una tasa de retorno de la que carece el gasto.
Ayer (Miércoles 18 de agosto) ABC Córdoba publica de la mano de Luis Miranda, un artículo en el que se explica que el Presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba, Juan Villalba, ha enviado una misiva a los responsables de la financiera BBK en la que les solicita que ésta mantenga los compromisos adquiridos por Cajasur para con las hermandades cordobesas, antes de la intervención de la entidad cordobesa.
En el mismo artículo se explica que entre otros apartados, el convenio entre Cajasur y la Agrupación de Hermandades y Cofradías contemplaba un montante de 45.000 euros (posteriormente transferidos a las propias Hermandades y Cofradías vía subvención), así como un importe mínimo de 5.000 euros en publicidad en la Revista Córdoba Cofrade.
Si analizamos (muy brevemente) la actividad de cualquiera de nuestras hermandades, comprobaremos que, tan sólo para su salida procesional, éstas necesitan cera para los pasos, tela para las túnicas nuevas, música que acompañe a las imágenes, bocadillos para los costaleros, por no hablar de nuevas imágenes para los misterios en el caso de ser necesario, nuevas fases en los bordados y dorados, o simplemente el mantenimiento de las andas.
Es decir que tras una simple salida procesional, pongamos que un Miércoles Santo, hay personas que están empleadas en las empresas cereras, en los telares, modistas que diseñen y confeccionen los trajes de la banda de música, así como aquellas personas que trabajan en la fabricación de instrumentos musicales (podríamos también hablar de los conservatorios), panaderos y charcuteros que preparan los bocadillos, así como imagineros, tallistas, carpinteros, herreros, doradores, escuelas taller... etc. Y si entráramos en términos más económicos y valoráramos todos los efectos indirectos e inducidos, dichos trabajadores a su vez generan más riqueza por necesitar papel para sus facturas, luz para su talleres, etc., etc.
Miramos al lado de la publicidad en cualquier revista cofrade, como por ejemplo la que edita la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba, sería fácil entender que tras cada número hay una empresa que maqueta e imprime los ejemplares. Unos quiosqueros que venden la revista. Y de una manera más intangible, unos señores que invierten su tiempo libre en investigar y divulgar nuestra cultura e historia a través de artículos, fotografías y documentos que de otra manera se perderían en cualquier biblioteca.
Claro que todo esto, sin entrar en valorar el impacto económico que suponen las visitas de turistas, familiares y emigrados por trabajo que cada Semana de Pasión llenan las calles de Córdoba así como hoteles, bares y tiendas, tras lo cual existen recepcionistas, camareros y dependientes.
Por lo tanto la petición del presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba no sólo es para el bien de los cofrades, ni para el enriquecimiento de la propia Agrupación, sino que pretende, o al menos así lo entendemos desde Costaleros del Calvario de Córdoba, engrandecer a toda una ciudad a través de una manifestación popular centenaria. Y es por ello que desde este blog agradecemos y alentamos a la Agrupación de Cofradías a seguir luchando no sólo por nuestra cultura y nuestra fe, sino también por el bienestar de aquellos que se dedican a la cera, la música, los bordados, los dorados, la confección, la madera, la orfebrería, el pan y los embutidos; porque como hemos visto, en mayor o menor medida, todos participamos de la Semana Santa.
Por cierto, si no invirtiéramos en la Semana Santa, tenga por seguro que el jornal que se gana el aguador cada noche, o el sueldecillo de cada alpatana de Puente Genil, no llegaría nunca a generar riqueza, aunque eso sí, tendríamos más dinero en nuestra cuenta para poder gastar.
Al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios...
ResponderEliminarEnhorabuena a los encargados de este blog por la gestión del mismo y ánimo para seguir defendiendo lo nuestro con artículos como éste. Enhorabuena.
ResponderEliminarMagnifico artículo ojalá lo lea mucha gente y se de cuenta realmente que la Semana Santa no es sólo lo poco que se ve.
ResponderEliminarEnhorabuena de todo corazon